El Consejo de la Judicatura Federal denunció ayer ante la PGR al juez Álvaro León Tovilla quien solicitara en 2005 el desafuero de Andrés Manuel López Obrador para procesarlo por un supuesto desacato a una orden judicial que nunca ocurrió por el caso de El Encino.
La denuncia tiene que ver con el hallazgo de una cuenta bancaria de su ex secretario particular en la cual se encontraron 432 millones de pesos y por la cual se le sigue proceso.
El detalle es que entre los nombres de quienes depositaron dinero a esa cuenta aparecen los de gente que interpuso amparos que Tovilla conoció.
Eso sugiere la posibilidad de que a Tovilla lo hayan sobornado por los fallos en esos amparos. De ahí que el CJF lo acuse de probable participación en actos delictivos por anuencia, tolerancia y colaboración en los delitos que le imputan a su ex secretario.
En otras palabras, por corrupción.
Los hechos por los cuales se denunció a Tovilla ocurrieron entre 2006 y 2008. El desafuero fue en 2005. Por lo cual es imposible no preguntar: ¿Y por pedir el desafuero no lo sobornaron?
Porque, como se recordará, no había evidencia een 2005 de que Andrés Manuel López Obrador hubiera desacatado la orden de un juez de frenar la construcción de una calle en el predio de El Encino para conectar a un hospital.
Cuando el ministerio público fue a revisar, no había trabajos. La maquinaria ya no estaba funcionando y lo único que había era una especie de cerco hecho con ramas. No había trabajadores ni había ningún tipo de trabajos de construcción llevándose a cabo. Todo estaba detenido tal y como lo ordenó el juez.
Pero Tovilla de todos modos dijo que la construcción no se había detenido y por eso pidió el desafuero.
El detalle es que quienes estuvieron detrás del desafueron fueron Vicente Fox y Carlos Salinas de Gortari, según acusó López Obrador.
Por consiguiente, la PGR también debería investigar si Tovilla recibió alguna dádiva a cambio de declarar a AMLO en desacato cuando no era el caso.
Si fue así, también se debe indagar a quien o quienes dieron la dádiva.
Desde luego, lo que ahora está pasando con Tovilla una vez más reivindica la inocencia de López Obrador y cada vez deja más claro que sí hubo un complot para tratar de impedirle que pudiera ser candidato presidencial.
Lo cual reforzaría, además, que tal y como se ha evidenciado con abundantes pruebas, hubo un fraude electoral en 2006 para imponer a Felipe Calderón e impedir de manera ilegal que AMLO fuera presidente.
Y claro; evidenciaría también que los panistas y los priistas mintieron cuando acusaron a AMLO de no respetar la ley. Los que no la respetan son ellos.
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