El viernes pasado, horas después de que crecieran en Twitter los cuestionamientos contra Enrique Peña Nieto por haber arrestado a José Manuel Mireles aparecieron notas de que al hijo de La Tuta le dictaron auto de formal prisión.
Lo que llama la atención es que al hijo de La Tuta no lo acusó el gobierno priista de delincuencia organizada, sino de posesión de armas y de droga.
Es decir, se trataba de un caso muy menor que en el peor de los casos calificaría como narcomenudeo. No ameritaba primeras planas ni páginas principales.
La nota despertó la sospecha de que en realidad se trataba de una cortina de humo para tratar de tapar el hecho de que se había arrestado a Mireles mientras que al líder de los Templarios, Servando Gómez "La Tuta" no lo tocaron.
La nota serviría para que pareciera que se estaba actuando contra La Tuta cuando los cargos contra el hijo son mucho menos serios que los que se le podrían imputar a La Tuta, que incluyen delincuencia organizada, entre otros.
No sólo eso. El arresto del hijo de La Tuta no modifica en nada a las operaciones del cártel, el cual sigue operando como siempre.
Para lo único que sirve el darle difusión a que se le dictó formal prisión al hijo de La Tuta es para que la gente crea que el PRI no protege a los Templarios, cuando es al revés; los protege al arrestar a los únicos que se han enfrentado y mantenido a raya a los Templarios: los Autodefensas.
Como esa nota no logró disminuir la indignación contra el arresto de La Tuta, ni la sospecha de que Enrique Peña Nieto opera para los Templarios, ayer sacaron otra nota sobre el líder de los Arellano Félix, "El Ingeniero." Que porque lo mandarían al Altiplano.
De nuevo la intención es que parezca que el PRI está combatiendo al narco cuando en realidad el cártel de los Arellano Félix ya no tiene el poder que solía tener desde hace mucho tiempo. Se limita a operar en Baja California y, la verdad, es poco lo que se sabía de ellos desde hace bastante.
Lo cual volvió a reforzar la sospecha de que el PRI busca tapar el arresto de Mireles con notas de poca relevancia sobre capos que no son los principales del país.
La realidad es que La Tuta sigue libre y también está libre el hijo de Fausto Vallejo que se reunió con La Tuta. Y quien sí se enfrentó de verdad al poder de La Tuta, José Manuel Mireles, está preso y convertido en PRESO POLÍTICO.
Lo cual, a su vez, ha reforzado la sospecha de mucha gente de que Enrique Peña Nieto y el narco sí tienen un pacto en Michoacán. Y que quien de verdad manda en Michoacán son los Templarios, mientras que el gobierno federla priista es su brazo armado.
Para que esa percepción se disipara ante la opinión pública tendría que liberar el gobierno priista a Mireles y permitir a los autodefensas seguir defendiendo a la gente de Michoacán. Cualquier otra cosa le ayudaría al narco.
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