Pobladores de San Andrés Tlalamac, Estado de México, lincharon y mataron ayer a golpes a dos policías estatales luego de que los susodichos dispararan contra dos jóvenes que fueron sorprendidos cortando leña durante un operativo de Probosque. Uno de los jóvenes murió por el balazo y el otro resultó herido.
Para dispersar a los pobladores, la policía estatal priista de Eruviel Ávila mandó a 200 elementos que lanzaron gases lacrimógenos. Tres policías más resultaron heridos.
La pregunta es, ¿cómo es que en el caso de Edomex, donde la policía priista mató a una persona, la ultraizquierda no dice nada ni acusa a Eruviel Ávila de represor?
Porque en el caso de San Bartolo Ameyalco, en el DF, donde piperos inciaron la violencia contra granaderos que iban desarmados, la ultra inmediatamente acusó al Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, de "represor."
Pero en Edomex, donde la policía estatal priista literalmente mató a balazos a un joven durante un operativo del gobierno de Eruviel Ávila (Probosque) por cortar leña -ilegal, pero de ninguna manera ameritaba un balazo- ahí la ultraizquierda no dice nada.
¿Dónde estuvieron los reclamos en redes sociales? ¿Dónde los memes? ¿Dónde los desgarres de vestiduras? ¿Dónde la insistencia constante durante días y días en que Eruviel es un represor?
No. Nada de eso pasó. Ni pio dijo la ultraizquierda.
Lo cual sólo refuerza la sospecha que hemos tenido desde hace algún tiempo; en realidad la ultraizquierda infiltró a la izquierda para hacerle el trabajo sucio al PRI.
Porque si la ultra se va a quejar de que se respondió a la violencia de piperos que impedían que se llevara agua a miles de vecinos de San Bartolo Ameyelaco, pero no van a decir nada contra Eruviel Ávila, cuya policía mató a un joven a balazos, entonces la única conclusión a la que podemos llegar es a esta: La ultra en realidad opera para el PRI.
Lo negarán, seguramente. Pero sus acciones son las que los ponen en evidencia.
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