De esta manera, y por culpa de una marrullería del PRI al intriducir las megapensiones sin decirle a nadie en la reforma electoral, los magistrados del TEPJF que ya ganan más de 4 millones de pesos al año más prestaciones onerosas, tendrán una megapensión cuando dejen el cargo a pesar de que para ese entonces habrán ganado más de 36 millones de pesos.
Supuestamente los magistrados renunciaron a la megapensión, pero la supuesta renuncia fue vista como un ardid para tratar de frenar la enorme indignación que las megapensiones generaron en la opinión pública, ya que la sospecha sigue siendo que de cualquier forma aceptarán el megasoborno del PRI.
El PRD en el Congreso busca derogar la megapensión, pero el PRI se opone, confirmando que en efecto se trató de un soborno ya sea para pagar por haber permitido el fraude electoral de Enrique Peña Nieto en 2012, o para pagar por adelantado el permitir otro fraude en 2015 y 2018.
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