El viernes pasado Forbes dio a conocer que la empresa de tarjetas de crédito MasterCard contrató a 5 cabilderos para que convencieran (léase PAGARAN) a legisladores del Congreso de Estados Unidos para que se opusieran al bitcoin. Esto ocurrió el 21 de abril pasado.
Dos semanas después, dice Forbes, integrantes de la comisión de presupuesto de la Cámara Baja anunciaron de la nada que les preocupaban las monedas virtuales como el bitcoin.
Esa es la razón, da a entender Forbes, por la cual de repente el FBI anunció que investiga si el bitcoin podría ser considerado como una amenaza terrorista por su uso para lavado de dinero y trasferencia del mismo.
Lo cual es ridículo ya que no es posible lavar dinero con bitcoin. Todas las transacciones en bitcoin son rastreables debido a que son públicas y quedan de manera permanente en el blockchain.
Resulta mucho más fácil rastrear una transacción de bitcoin que una transacción de lavado de dinero por medio del sistema bancario tradicional, como ocurrió con HSBC, que sí lavó dinero para el narco y para terroristas.
Forbes hace una crítica a las advertencias que lanzó el gobierno de Estados Unidos contra el bitcoin, pero lo realmente importante no es eso, ya que el gobierno de EU no puede prohibir el bitcoin. Vaya, Nueva York está a unas cuantas semanas de regularlo.
Lo que realmente llama la atención es el hecho de que una empresa de tarjetas de crédito, MasterCard, se haya asustado tanto con el bitcoin que de plano mandó a cabilderos a comprar legisladores americanos aparentemente para tratar de impedir que crezca el uso de la criptomoneda.
Lo hemos dicho varias veces: el bitcoin convierte a las tarjetas de crédito en algo obsoleto, ya que los pagos con bitcoin no requieren de pagos de comisiones rapaces, ni de cuotas anuales.
Los comercios que aceptan bitcoin se pueden olvidar de pagarle 5% de comisión por cada compra a las tarjetas de crédito ni por rentar terminales para tarjeta de crédito. Los compradores que pagan con bitcoin no tienen que pagar cuotas anuales ni preocuparse por pagar intereses.
En otras palabras, el bitcoin significa que las tarjetas de crédito o tendrían que dejar de desplumar a los consumidores y comerciantes, o tendrían que desaparecer.
Lo cual evidentemente no le debe gustar a MasterCard.
El otro detalle es que si MasterCard hizo esto, fue porque de verdad ve un fuerte crecimiento del bitcoin en el corto o mediano plazo.
Lo cual simplemente confirma lo que hemos estado diciendo en esta columna desde hace meses: el bitcoin llegó para quedarse y pondrá contra la pared a los bancos y tarjetas de crédito, obligándolos a dejar de desplumar a los consumidores.
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