Así como está el PAN ahorita, fracturado y dividido entre el bando de los de Gustavo Madero y el bando de los de Felipe Calderón, ya está en la lona y sin posibilidad alguna de pasar por sí sólo del tercer lugar en las elecciones de 2015 y de 2018.
Y de acuerdo con una encuesta de Reforma publicada ayer, Gustavo Madero seguirá siendo dirigente de ese partido, ya que le lleva 11 puntos de ventaja a Ernesto Cordero.
Lo cual quiere decir que la fractura y debacle del PAN continuarán por lo menos igual que ahora, y en una de esas se profundizarán tras el conflicto postelectoral que seguramente habrá.
Lo cual quiere decir que la fractura y debacle del PAN para 2015 y 2018 estarán garantizadas, ya que la misma situación de conflicto interno en el partido continuará al ser reelecto Madero.
La verdad, qué bueno. Si el PAN se autodestruye, será un gran beneficio para México deshacerse de ese cáncer.
Quedando sólo dos opciones electorales reales -el PRI y la izquierda- el PRI sería derrotado en 2018, la izquierda llegaría al poder, y por fin en México se acabarían los lastres que le han impedido desarrollarse y salir de la pobreza: el PRI y el PAN.
PD: Madero cacareó en el debate contra Cordero que de 2006 a 2012 el PAN iba en picada, perdiendo millones de votos. Pero que milagrosamente en 2013 empezó a recuperar votos. Eso es falso. Madero se refiere a los resultados de las elecciones en Baja California y Puebla, pero en esas elecciones hubo alianzas con el PRD sin las cuales el PAN hubiera perdido. Así de fácil. El PAN por sí solo no gana.
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