Pages

miércoles, 9 de abril de 2014

Ya no mamen; Dejen morir en paz a Gabriel García Márquez

Por Victor Hernández

Todo el escándalo que se ha estado haciendo alrededor de la salud de Gabriel García Márquez me parece una irredenta mamada marca ACME.

Gabriel García Márquez, el ser humano, tiene 87 años y padece problemas serios de salud. Nadie es eterno y llega un punto en el que el cuerpo simplemente ya no funciona.

Y Gabriel García Márquez, el autor, ya no existe desde hace 2 años.

Sí; junio y julio de en 2012 fue ampliamente publicado que García Márquez padece demencia. El sitio kienyke.com, por ejemplo, publicó que ya no reconoce a sus amigos más cercanos.

Un mes después el diario The Guardian publicó que en efecto sufre demencia, ya que afirmaba que su hermano menor le llama con frecuencia para preguntarle cosas debido a que padece demencia.

Y no debería sorprendernos. Tanto la madre como el hermano de García Márquez murieron de Alzheimer. Es propenso a sufrirlo tamién.

Vaya, la última vez que García Márquez publicó algo fue en 2010.

¿Por qué chingados le hacen tanto a la mamada entonces por su salud? Carajo, ya dejen en paz al pobre viejo. Ya dio toda una carrera, varios libros, un premio Nobel (uno de a devers, no puñetas mentales como las del charlatán Alfredo Jalife) y ya no puede producir más obra. Ya dio todo lo que pudo dar. Déjenlo morir en paz.

Es el problema con mucha gente, sobre todo en la izquierda. Se aferran a los íconos en vez de buscar y fomentar lo nuevo. Lo hacen por temor. Porque no son capaces ni de construir ni de encontrar otra cosa más que lo que ya conocen y les es cómodo.

Pero no por la güeva y la culonería de un atajo de pendejos se merece un pobre viejo de casi 90 años en plena decrepitud que le sigan haciendo un circo. ¡No chinguen!

A García Márquez le debieron dar las gracias y hacerse a la idea de que ya terminó su obra hace 2 años. Todo lo demás es pendejada y mamonería disfrazada de nostalgia y admiración ante el miedo al presente y al futuro. Chinguen a su madre.

Y así como se les está yendo ahora García Márquez el ser humano (el escritor ya se les fue hace años), así se les irán eventualmente todas las vacas sagradas de la tercera edad que ya están más pa'llá que pa'cá. Y van a entrar en la mamona congoja y el chilloteo a moco tendido porque no tuvieron los tamaños para dejar ir al pasado y enfrentar al futuro.

Porque al final a la gente le da flojera y pendejez el tener que construir algo nuevo o abrir sus pequeñas y pedorras mentes -y aquí hablo tanto de izquierda como de derecha- a las ideas nuevas.

Espabilen la baba y alivianen el mosquero. Ya tienen peleas en la Coliseo y películas en el Curto.


Su padre,
El Victor Hernández

No hay comentarios.:

Publicar un comentario