viernes, 11 de abril de 2014

Viola acuerdos internacionales la ley de telecomunicaciones #YoTengoTwitterPara #MejoresFrasesParaCortar #MásFalsoQueLaIglesia #INGAPE #GastosPendejos

Cada nueva iniciativa de reforma presentada por el simulado gobierno de los patrones del personaje de nombre Enrique Peña Nieto sobrepasa a su antecesora en cuanto al grado de traición y profundos daños al verdadero pueblo de México, a las grandes mayorías de ciudadanos mexicanos que constituyen una republica federal libre, conquistada a sangre y fuego tanto en la guerra de independencia de 1810, como en la revolución mexicana de 1910.

La última propuesta de ley de telecomunicaciones es hoy por hoy el más infame  intento de traición contra el pueblo mexicano, ya que a diferencia de la reforma que entregó los recursos, propiedad legitima e inalienable de todos los mexicanos nacidos y por nacer, esta reforma en particular ataca la esencia misma del individuo como ser humano, tal y como lo estipula el artículo 19 de LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS  de la ONU.

Artículo 19.- Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Documento suscrito por nuestra republica y por ende al cual debe respetar según lo establece nuestra carta magna en su artículo primero, ya que no establecen de manera específica los casos o condiciones en las que las autoridades podrán censurar el más importante medio de comunicación con el que el pueblo mexicano cuenta, como lo es el internet.

Como si lo anterior fuera poco, también  fractura con alevosía y ventaja la esencia democrática de la republica mexicana, cayendo en una contradicción constitucional, en observancia a lo que se establece en el titulo segundo, capitulo primero, de la soberanía nacional y la forma de gobierno en su artículo 40 de la CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, el cual dice en su forma y letra:

Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.

De llevarse a cabo esta ley, los responsables estarían incurriendo en un atentado en contra de la esencia democrática de nuestra nación (más detalles a continuación)

La libertad de expresión y de prensa, incluyen dentro de sí mismas el derecho de persuasión. Cuando alguna idea o concepto es promovido para persuadir al público, sin afectar las garantías de terceros, cuenta con todos los causes legales para proceder, es esto precisamente la esencia misma de la democracia: “la libertad de persuadir y sugerir”. En una democracia la voluntad de las mayorías es la base misma de ésta y por ende, la voluntad popular de las masas es superior a cualquier ley secundaria o reglamento, así como a cualquier institución u órgano de gobierno, más aun en nuestra republica, cuya carta magna estipula en su artículo 39:

La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Esto dicho en términos coloquiales significa que la autoridad suprema de la nación mexicana permanece necesariamente y como origen, en los ciudadanos mexicanos en su conjunto. Toda autoridad y gobierno proviene de los ciudadanos mexicanos y se establece para beneficio de los ciudadanos en su conjunto. Los ciudadanos en conjunto tienen siempre sin excepciones, el eterno derecho y el cual no puede ser quitado a estos por nadie, de cambiar la esencia y la forma, como las características de su gobierno; explicado de manera aún más sencilla: Cuando los ciudadanos mexicanos quieran y estén unidos en su gran mayoría, tienen el absoluto derecho de desconocer a la autoridad, al poder ejecutivo, legislativo y judicial, retirarles el poder y decidir qué camino tomar en cuanto a los aspectos políticos del país.

Si la mayoría es abrumadora se convierte en la ley misma hasta el grado de revocar la constitución y redactar otra totalmente nueva si así lo dispusiese el pueblo unido y organizado.

La ley de telecomunicaciones presentada por el falso y simulado gobierno mexicano, es un intento de censura directo en cuanto a su finalidad, e indirecto en cuanto al texto o estructura de lenguaje escrito utilizado, es por lo tanto un acto de fascismo y un atentado terrorista en contra del pueblo mexicano; un tipo de fascismo moderno el cual conserva todas las características de un gobierno fascista con la diferencia de que en este caso los perpetradores no tienen inclinación nacionalista, sino que más bien están entregados a intereses privados extranjeros; acto que incluye delitos como traición a la patria por parte de todos aquellos que presentan esta ley, así como los que pretendan aprobarla en el poder legislativo y los magistrados de la SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN que no procedan a castigar a los delincuentes, cayendo todos en violación directa del CÓDIGO PENAL FEDERAL en su artículo 123, fracción I, ya que la ley de telecomunicaciones es un acto contra la integridad de la nación mexicana, pues al violar la libertad de expresión, de prensa, petición y asamblea, se abre paso para la imposición de un gobierno fascista. Al pretender restringir el acceso a internet otorgando la facultad a la autoridad para que suspenda el servicio de manera indefinida, así como de cerrar cualquier pagina, blog o perfil de las redes sociales, por razones que no se especifican, lo cual deja abierta la posibilidad de negar el acceso a internet a la población y censurar a cualquier persona o grupo cuándo y por el motivo que tanto el gobierno, como la empresa que otorga el servicio decida, no solamente se viola a nuestra carta magna y a documentos de la ONU, suscritos por México, sino también se violan acuerdos internacionales como la DECLARACIÓN CONJUNTA SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN E INTERNET redactada por la ONU y la Organización de Estados Americanos (OEA) el 1ero de junio del 2011, la cual establece en su sección numero 6 inciso B:

La interrupción del acceso a Internet, o a parte de este, aplicada a poblaciones enteras o a determinados segmentos del público (cancelación de Internet) no puede estar justificada en ningún caso, ni siquiera por razones de orden público o seguridad nacional. Lo mismo se aplica a las medidas de reducción de la velocidad de navegación de Internet o de partes de este.

Con toda la evidencia y argumentos aquí presentados, es claro que tales acciones si provinieran de un gobierno legítimo, en una verdadera republica democrática, culminarían en la destitución y juicio político de los responsables; sin embargo, ni el gobierno es legítimo, ni la nuestra es una republica democrática (los detalles con respecto a este argumento serán presentados próximamente en otro artículo, debido a que es un tema que merece ser presentado a detalle y por ende se necesita espacio).

Utilizando a los medios de comunicación en el país como sus principales cómplices, este grupo compuesto por la clase política y gran parte de la clase financiera de México, engaña y desinforma al pueblo, tergiversa las noticias para beneficio de sus miembros, introduce tácticas de subversión e ingeniería del consentimiento, para robar la identidad del individuo y manipular sus ideas y pensamientos, ofreciendo una identidad ficticia con la transmisión de programas de televisión denigrantes para la raza humana, así como espectáculos y telenovelas que distraen la atención del público e impiden el enriquecimiento intelectual y cultural de los mexicanos; el único fin y propósito de todo esto, es el de mantener el sistema capitalista neoliberal como única manera de vida, conservar sus poderes y privilegios, regalando el país y al pueblo mexicano a las garras de corporaciones y multimillonarios empresarios extranjeros, con tendencias psicópatas y de naturaleza genocida, todo para responder a una agenda económica-política fraguada hace más de tres décadas. La eterna lucha de clases protagonizada por los pueblos en contra de las monarquías y sus lacayos cómplices: La iglesia y recientemente, los medios de comunicación masiva.

Francisco F Mendívil A., admin del INGAPE

 

 


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