Dijo ayer el gobernador de facto de Michoacán, Alfredo Castillo, que ya no se justifica la presencia de los autodefensas y que, por lo tanto, se detendrá a los que porten armas fuera de la ley.
Que lo que quiere es que los autodefensas se una a los rurales
Pequeño detalle: Aún no se ha detenido a La Tuta. De hecho, es el único líder de los Caballeros Templarios al cual el PRI no toca.
¿Cómo esperan entonces que se desarmen los autodefensas su los Templarios siguen operando?
Eso lo único que sugiere es que el PRI realmente sí tiene un acuerdo con el narco para no tocar a La Tuta a cambio de los votos que recibió el PRI y Peña Nieto en 2012.
Con otro detalle: en el momento en el que los autodefensas dejen las armas, los Templarios regresarán a seguir extorsionando y ejecutando. Con venganzas además.
De ahí que José Manuel Mireles descalifique lo dicho por Castillo. De acuerdo con Aristegui Online dijo que no dejarán las armas “porque nos van a llenar de gente que no nos conoce y que no conocemos, y que jamás nos van a defender de nada.”
Agregó:
“Si el pueblo está unido y protege a sus comunitarios, jamás nos van a desarmar”.
A lo que se está arriesgando el PRI, por lo tanto, es a un levantamiento popular armado en Michoacán, y a quedar los priistas en evidencia como cómplices del narco.
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