Ahora el escándalo es porque un grupo de mujeres panistas que apoyan a Gustavo Madero contrataron a unos strippers para que dieran show durante un evento proselitista a favor de Madero en el hotel Hilton de la Ciudad de México.
Yo no le veo el problema.
No es lo mismo contratar a hombres o a mujeres para que, de manera voluntaria y con pleno conocimiento del trabajo a desempeñar, den un show erótico, a que se usen engaños para enganchar a mujeres en prostitución. Eso ya raya en la trata.
En todo caso al PAN se le puede señalar la hipocresía de haberse opuesto a que se venda porno en los puestos de revistas del DF (lo hizo Gabriela Cuevas en 2005) pero no tener bronca cuando el espectáculo erótico es para beneficio propio.
Y se le puede recriminar también la doble moral de no quejarse de las parrandas de Jorge Romero, delegado panista de Benito Juárez, y de otros panistas, pero sí quejarse de que un grupo de mujeres panistas se diviertan con un show erótico.
"Pinche Victor, ¿por qué defiendes al PAN?" dirán algunos. Respondo: no estoy defendiendo al PAN. Defiendo el derecho de la gente a participar en actividades eróticas consensuadas si así se les pega la gana.
Podrán ser del partido que sea. Para mi eso es lo de menos. El punto importante para mi, y es lo que defiendo, es que mientras la actividad erótica o sexual con fines comerciales no sea producto de coerción o engaño, no le veo el problema.
Si es con engaños, y con la amenaza de perder un empleo, entonces ya es conducta delictiva.
Todo lo demás es cosa de moralina trasnochada.
También hay que hacer una distinción importante entre servicios eróticos y servicios sexuales. El servicio erótico tiene como objeto la excitación, no el contacto sexual. Lo que ocurrió en la reunión del PAN claramente fue servicio erótico. Por lo tanto, no tiene diferencia real con lo que ya se puede ver en televisión en cualquier video de cualquier cantante pop.
Nisiquiera me parecería cuestionable si los strippers se pagaran con dinero del PAN, ya que no hubo conducta delictiva. Lo que se le critica al PRI fue haber pagado por trata de personas con dinero que viene del erario. En el caso de los strippers del PAN no hubo algo similar.
Tal vez lo que escandaliza de verdad a muchos es la idea de que al contratar strippers las mujeres panistas están demostrando libertan sexual. Y eso en el PAN sí que les causa escozor, ya que los pinta como machistas hipócritas que no tienen cara para oponerse a libertades civiles de índole sexual, como el aborto, el matrimonio gay o el trabajo sexual o erótico.
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