En vez de impedir las narcobalaceras, el gobierno priista de Tamaulipas optó por entrenar a los maestros de las escuelas para que las soporten.
De acuerdo con Reforma, el jefe de la oficina regional de Educación de Tampoco, Pablo Arguello, declaró ayer que los maestros están capacitados para saber cómo actuar en caso de que se presente una balacera en zonas aledañas a la escuela.
Eso lo que quiere decir es que el gobierno priista capacitó a los maestros para que soporten las balaceras en vez de impedir los enfrentamientos del narco.
La declaración del funcionario priista de Tamaulipas, por cierto, fue en respuesta al ausentismo de 40 a 50 porciento que tuvo lugar ayer debido a las narcobalaceras ocurridas el fin de semana pasado.
O sea que según el PRI, los padres de familia no deten preocuparse si hay una balacera cerca de la escuela porque los maestros están capacitados para aguantarlas.
¿Estarán capacitados para detener las balas? ¿Para cambiar su trayectoria?
¿Qué clase de imbecilidad es esa?
Esa es la verdadera política de seguridad pública de Enrique Peña Nieto: aguántense. Porque no van a combatir al narco. De hecho, la falta de combate al narco lo que sugiere es una complicidad del PRI con el narco.
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