Toda la atención del tema de seguridad pública se ha estado enfocando a últimas fechas en Michoacán y en menor escala en el Estado de México. Pero también hay una fuerte ola de violencia en Tamaulipas, lo cual ha sido omitido por los medios quien sabe por qué.
Prueba de lo anterior es la renuncia de Rafael Lomelí Martínez a la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas. Oficialmente por motivos personales, pero en realidad la renuncia ocurre en medio de una ola de violencia que se desató en las últimas semanas en varios municipios de Tamaulipas.
La ola de violencia ha incluido una serie de enfrentamientos entre narcotraficantes y militares.
Además, dice Reforma, la renuncia de Lomelí ocurre a dos días de que ejecutaran a un inspector de la Policía Federal de la división caminos.
Obviamente el PRI no ha podido con el paquete de la inseguridad en Tamaulipas, ya que de otra manera no habría renunciado Lomelí.
Ahora Lomelí será reemplazado por un general del ejército de nombre Arturo Gutiérrez García.
En los medios presentan a Gutiérrez como engresado del colegio militar y formado en las guardias presidenciales y que fue jefe del Estado Mayor Presidencial en la cuarta región militar en Monterrey entre 2012 y 2013.
Lo cual nos obliga a pregunta: Momento, si se dedica sólo a cuidarle el trasero a Enrique Peña Nieto ¿cómo va a defender al resto de la ciudadanía?
También nos obliga a señalar que la violencia no es sólo en Michoacán, sino en Michoacán, Tamaulipas, Edomex, veracruz, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Guanajuato, etc, etc.
Y que la violencia sigue fuera de control desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder. Por eso del PRI no debe seguir en el gobierno. Y el PAN menos.
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