jueves, 27 de marzo de 2014

Lamentable: @JohnMAckerman se convirtió en apologista de la violencia de anarquistas

Por Victor Hernández

Realmente estoy decepcionado por la manera en la que John Ackerman se convirtió ayer por la noche en apologista de la violencia de los anarquistas que agredieron a granaderos del DF sin provocación.

Y es que ayer por la tarde, antes de que se difundiera la información completa de lo que había ocurrido, Proceso difundió una imagen de granaderos del DF correteando anarquistas sobre el jardín de Rectoría en la UNAM.

Esto fue lo que dijo Ackerman:



¿Ah sí? ¿Y el ataque a los granaderos por parte de anarquistas?

Porque de acuerdo con los reporteros de Reforma y de El Universal, fueron los anarquistas los que primero agredieron a pedradas a los granaderos.

El incidente comenzó porque los anarquistas bloquearon Avenida Insurgentes, en las inmediaciones de CU, parando el tráfico hasta del Metrobús.

Un grupo de granaderos arribó para liberar la vialidad, pero los anarquistas los agredieron lanzándoles piedras, palos y botellas.

Acto seguido, los granaderos se pusieron a corretear a los anarquistas en el jardín de CU, pero los mandos de la SSPDF les ordenaron que se retiraran del jardín de CU y regresaran a Insurgentes.

Cuando los granaderos regresaban a Insurgentes, los anarquistas nuevamente los agredieron a pedradas.

De la agresión hay fotografía:



"¡Pero es que la sacrosanta autonomía universitaria!" dijeron algunos ultras.

Pues les tengo noticias: la autonomía universitaria no le impide a la policía entrar a CU a detener a alguien que comete un delito.

No lo digo yo. Lo estableció en 1997 el cuarto tribunal colegiado de circuito de la Ciudad de México.

Lo pueden verificar en este link a los archivos de la SCJN:

Cito textual:

La autonomía de que goza la Universidad Nacional Autónoma de México significa que queda en libertad de nombrar a sus autoridades, elaborar sus planes y programas dentro de los principios de libertad de cátedra e investigación, así como administrar su patrimonio sin la injerencia del Estado, pero tal albedrío no puede extenderse al grado de suponer que la institución no está sujeta al régimen jurídico del país, es decir, que pueda conducirse con absoluta independencia, ya que ello podría provocar anarquía y arbitrariedad; por lo que si entre la diversidad de actos emitidos por los funcionarios universitarios se encuentran aquellos que reúnen los atributos esenciales del proceder autoritario, como la unilateralidad, imperatividad y coercitividad, que se traducen en la posibilidad de actuar sin el consenso de los particulares y aun en contra de su voluntad imponer sus determinaciones, dichos actos son susceptibles de ser analizados a través del juicio de amparo, y la sentencia que se pronuncie, cualquiera que sea su sentido, dejará intocada la autonomía de la Universidad, ya que obviamente podrá continuar ejerciendo la libertad de autodirigirse, con la única salvedad de que como ente integrante de nuestra sociedad deberá respetar los derechos constitucionales que rigen en nuestro país; consecuentemente, los actos de la Universidad Nacional Autónoma de México que ostentan las cualidades para considerarlos como actos de autoridad para efectos del juicio de amparo, pueden ser examinados a través de éste, sin perjuicio de la autonomía de que goza tal institución.

Dirán algunos "momento, eso se refiere sólo al hecho de que la gente se puede amparar contra actos autoritarios de funcionarios de la UNAM". Pero el espírituo de la ley lo que indica es que la UNAM no es independiente de las leyes del país, por lo cual sí puede la policía entrar a poner orden cuando se viola la ley en CU.

La autonomía de la UNAM a lo que se refiere no es a que no habrá policías en CU, sino a que el gobierno no tiene injerencia sobre su plan de estudios, elección de directivos o cátedra.

Es decir, el Estado no puede decirle a la UNAM qué enseñar o cómo administrarse. Pero la UNAM sí tiene que apegarse a lo que establece la ley. Y la ley establece que nadie puede agredir a otra persona a pedradas. Por consiguiente, la policía del DF tenía a la ley de su lado cuando persiguió a los anarquistas en el jardín de CU.

No hubiera tenido a la ley de su lado la policía del DF si, por ejemplo, hubiera entrado a CU sin ningún motivo y nadamás por sus pistolas. Eso sí hubiera sido ilegal.

Pero en este caso había un delito que se tenía que perseguir, por lo cual sí podía la policía entrar y detener a los delincuentes.

Ah no, pero ¿cómo creen que va la policía a detener a los anarquistas que violan la ley?, dice la ultra.

¿Cómo va la policía a violar la sacrosanta autonomía de la UNAM nadamás para detener a delincuentes?

Lamentable, por lo tanto, insisto, que John Ackerman, que tanto presume el pacifismo de su Congreso Popular, haga una apología de la violencia de los anarquistas escudándose en la autonomía de la UNAM.

Y más lamentable aún que la ultraizquierda pretenda que los anarquistas sigan usando violencia por cualquier nimiedad. Así no van a lograr jamás cambiar al país ni van a lograr convencer a la gente de que vote por MORENA. Al contrario; van a alejar a la gente que ya se hartó de la violencia de los anarquistas.

"¡Es que son provocadores del gobierno!" dicen algunos sin presentar evidencia que sea el caso. ¿Ah sí? ¿Y cómo es entonces que los anarquistas SIEMPRE, INVARIABLEMENTE, se dejan infiltrar por provocadores?

Una de dos: o no son provocadores, sino anarquistas, o los anarquistas son mucho muy tarugos.

Y si son así de tarugos como para dejarse infiltrar tiro por viaje ¿por qué debería la gente confiar en un grupo tan pazguato?

En fin. Qué lástima que John Ackerman y la ultra hayan caído tan bajo. Si John quiere ser líder social, así no lo va a lograr.

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