El pasado jueves 13 de marzo la policía priista de Colima reprimió a un grupo de campesinos indígenas que protestaban contra una mina en la región del manantial de Zacualpan, ya que, acusan, se contaminarán los mantos freáticos.
Los campesinos tomaron las bombas de agua en protesta para que el gobernador de Colima les reconociera a su nueva directiva comuncal y su decisión de rechazo a la mina.
La respuesta del gobierno priista fue mandarles una tanqueta y granaderos con escudos y toletes para desalojar a los campesinos a empujones.
La mayoría de los campesinos agredidos eran niños, mujeres y adultos mayores.
Pero ahora resulta que los panistas a quien quieren que el Senado condene ¡es a Venezuela!
De acuerdo con El Universal, la que pretende que el Senado condene a Venezuela es Mariana Gómez del Campo prima de la esposa de Felipe Calderón.
Esto al margen de que la violencia en Venezuela fue iniciada y está siendo mantenida por la derecha golpista.
En cambio, de lo que pasó aquí en México, donde se usó a la policía para agredir a indígenas de Colima, principalmente a mujeres, niños y ancianos, ni Mariana Gómez del Campo ni el PAN dicen nada.
Hipócritas. Nada tien que hacer México metiéndose en los asuntos de Venezuela cuando en México se reprime a campesinos por protestar contra las mineras que nisiquiera le aportan a México las ganancias de la propia riqueza del país y además contaminan.
Con razón no quieren los panistas que haya revocación de Mandato. Gente como Mariana Gómez del Campo -que además es pluri- no duraría en el cargo.
Y desde luego, una vez más se comprueba que el PAN y el PRI son lo mismo y son cómplices en sus atrocidades.
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