De acuerdo con Reforma, Carpinteyro declaró que la reforma le da trato desigual a las empresas telefónicas y no le carga la mano a las televisoras, lo cual equivale, dijo, a dar trato distinto a los cárteles del narcotráfico.
"En materia de televisión no hace absolutamente nada. No tenemor que optar por el cártel de El Chapo o por el de los Templarios, todos los cárteles tienen que ser sometidos al imperio de la ley", dijo Carpinteyro.
Indicó además que la reforma constitucional de telecomunicaciones fue producto de un consenso entre el PRI, PAN y PRD, y que los preceptos constitucionales no pueden ser negociados.
Las leyes secundarias propuestas por Peña Nieto en efecto es dura con las telefónicas pero no sólo no toca a las televisoras sino que les regresa privilegios como la posibilidad de ampararse y no someter sus contenidos a un órgano regulador independiente, sino a capricho de la Segob.
Es decir, las leyes secundarias regresarían al país a la situación de privilegio para las televisoras que ya existía antes de la reforma constitucional de telecomunicaciones.
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