Carlos Navarrete rechazó la petición de Miguel Barbosa, coordinador del PRD en el Senado de la misma corrient e Navarrete, los chuchos, de ceder su candidatura para que sea presidente del PRD Cuauhtémoc Cárdenas.
Que porque nadie tiene derecho a pedirle que decline, dijo.
Lo cual quiere decir que Navarrete ya se le rebeló a los chuchos y ya se le hizo obsesión el hueso.
Siendo el caso, no esperen que, de imponerlo en el PRD -por voto popular no gana, ya que el que ganaría sería Marcelo Ebrard- vaya a lograr unificar al partido.
Al contrario. Si su postura va a ser de "yo, ante todas las cosas", el PRD se seguirá yendo al caño, como ya pasó por culpa de la misma postura de Jesús Ortega, Guadalupe Acosta Naranjo y Jesús Zambrano.
Con lo cual el PRD tendría derrotas, no triunfos. O por lo menos, no podría superar lo suficiente a MORENA como para ganar elecciones.
Todo por la ambición vulgar de Navarrete.
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