El IFE aprobó por unanimidad las modificaciones a los estatutos del PRD que le permitirían a Cuauhtémoc Cárdenas volver a dirigir al partido.
Tanto Cárdenas como Marcelo Ebrard, como los bejaranistas y los chuchos -excepto por Carlos Navarrete, que es aspirante- han estado a favor de que Cárdenas vuelva a dirigir al partido.
Esto quiere decir que hay una alta probabilidad de que Cárdenas, aunque haya dicho que no quiere, sea el próximo dirigente del partido.
Si eso sucede, va a ser difícil que Andrés Manuel López Obrador se siga peleando por lo menos en público con el PRD, ya que respecto a Cárdenas siempre ha dicho en público que él no se pelea con la historia.
Una reelección de Cárdenas en el PRD por lo menos en fachada le quitaría al partido el estigma del entreguismo de los chuchos, y por ende podría frenar la fuga de votos a MORENA.
El único problema sería qué tanto se le sube el poder a Cárdenas si vuelve a ser presidente del PRD. Porque si de repente quiere ser otra vez candidato presidencial, será el acabose para la izquierda.
Así que si Cárdenas quiere ser dirigente del PRD otra vez, legalmente ya puede serlo. El problema va a ser impedir que se maree en el ladrillo.
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