martes, 18 de marzo de 2014

AMLO se quitó una telaraña de la cabeza con el estrés; Le falta quitarse varias más

Por Victor Hernández

"Aquí aprovecho para recomendar que nos cuidamos, que sí existe el estrés..., pensé que era una exquisitez pequeño-burguesa, fresa", dijo ayer por la noche Andrés Manuel López Obrador respecto al infarto que tuvo en diciembre.

La declaración medio en broma la dijo durante la presentación de su libro Neoporfirismo: Hoy como ayer en el Teatro de la Ciudad.

La verdad, qué bien que Andrés Manuel se quitó la telaraña de la cabeza de que el estrés no existe y es una invención pequeño-burguesa. El estrés no sólo existe, sino que lo puede matar de un infarto si no modifica su estilo de vida y su ritmo de trabajo.

También considero que así como AMLO se quitó esa telaraña de la cabeza, debe quitarse otras que no le benefician ni a MORENA ni a la izquierda en general. Por ejemplo:

1. Debe dejar de creer que el pueblo es bueno, noble y sabio.

Algunas personas son nobles, buenas y sabias. Otras son unos corruptos, unos miserables y unos ignorantes. Y en eso no hay distinciones de nivel económico ni de ideología. Hay gente pobre que es buena y hay gente pobre que es mala. Lo mismo con la gente rica. Y hay corruptos tanto en la izquierda como en la derecha. Inclusive dentro de las filas de MORENA se ha documentado corrupción.

Ni todo el pueblo es bueno, ni todo el pueblo es malo. Hay de todo. Pero Andrés cree que con el discurso de que todo el pueblo es bueno simplemente porque es pobre, no sólo engaña a sus seguidores, sino que se engaña a si mismo, ya que a la mera hora, en dos elecciones presidenciales consecutivas, la gente del "pueblo bueno, noble y sabio" lo dejaron colgado de la brocha. En 2012, lo hemos dicho antes, 4 de cada 6 de los que se apuntaron a MORENA para vigilar casillas no se presentó, por ejemplo.

2. Debe dejar de elegir precandidatos por dedazo.

No puede Andrés Manuel estar diciendo en la presentación de su libro que una de las lecciones que la historia le ha dado al país es la necesidad de democracia y luego salir con un dedazo para los precandidatos de MORENA a las gubernaturas de Guerrero y Sonora, de pilón imponiendo a candidatos que nisiquiera están en las filas de MORENA. Andrés debe dejar de practicar la política a la antigüita y dejar que los candidatos surjan de las propias filas de MORENA. De lo contrario ¿para qué hacer un partido nuevo? ¿Para simular?

3. AMLO debe dejar que los que le aplauden son de izquierda sólo por aplaudirle.

Hay mucha gente en la izquierda que en realidad son charlatanes. Que viven de darle atole con el dedo a la gente y de hacerle creer que son de izquierda sólo porque dicen discursos de izquierda, pero en realidad a la mera hora negocian con el PAN o con el PRI. Andrés debe dejar de creer que simplemente porque gente de esa calaña de repente le empezó a aplaudir, ya con eso basta para que sea confiable y se haya redimido. Ejemplos así hay varios que estuvieron en su círculo cercano que lo único que le aportaron al movimiento lopezobradorista fue sabotearlo.

4. AMLO debe dejar de alejar por su soberbia a quienes de verdad lo han apoyado.

En 2012 documentamos casos de gente que fue de plano alejada de la campaña de AMLO a pesar de que trabajaría gratis. Pero tras bambalinas, mucha gente que de verdad creía en el movimiento lopezobradorista se ha ido desilusionando por la manera en la que se maneja a contentillo del propio Andrés Manuel.

Y cuando esas personas se atreven a decir la verdad sobre lo que está ocurriendo en el lopezobradorismo, en vez de hacer caso y verlo como la seria advertencia que está recibiendo, el lopezobradorismo aleja a los que le dicen la verdad alegando traiciones, infiltraciones y tonterías varias. Mientras el propio Andrés siga tolerando y fomentando esa falta de autocrítica, MORENA no saldrá del club de Tobi y eso le impedirá crecer como partido.

Esperemos entonces que AMLO deje de creer que que son pequeño-burguesas otras cosas que se le han dicho a manera de crítica en buena fe desde hace años, pero que simplemente no les ha hecho caso por las mismas telarañas mentales que le impedían creer en el estrés.

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