Ayer por la tarde se dio a conocer que un juez ordenó el arresto del magnate de Grupo Posadas y ex dueño de Mexicana de Avición Gastón Azcárraga, a quien los trabajadores de la aerolínea responsabilizan por su quiebra.
Muchos se congratularon por la orden de arresto, pero en realidad esa orden de arresto es una pantomima de Enrique Peña Nieto. Mire usted por qué:
1. Si el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto de verdad quisiera arrestar a Gastón Azcárraga, ya lo hubiera hecho. A Elba Esther Gordillo la detuvieron sacándola de su jet privado. Ya sabían a dónde iba y la arrestaron sin mayor problema. ¿La acusación? Prácticamente la misma que con Gastón Azcárraga: uso de recursos de procedencia ilícita.
2. Según la PGR, existe la posibilidad de que Gastón Azcárraga esté fuera de México, pero no se han tomado la molestia de pedirle a Interpol que lo detengan. Que sólo existe la posibilidad. Pero no lo han hecho. Y al no hacerlo, básicamente le están dando tiempo para que se esconda.
3. Esta película ya la vimos. Igual se les peló Néstor Moreno Díaz cuando tenía acusaciones en Estados Unidos de aceptar sobornos. E igual se les pelaron Chapa Bezanilla, Tomás Yarrington, etc.
La orden de arresto de Gastón Azcárraga, por lo tanto, es para que parezca que están combatiendo el crimen de cuello blanco, cuando en realidad Azcárraga podría estar perféctamente cómo en alguna mansión en algún lugar del mundo quitado de la pena.
¿Para qué le hacen al cuento entonces? Si de verdad querían detener a Azcárraga, lo hubieran detenido y punto, en vez de dar a conocer la orden de arresto, la cual lo único que logró, fue que ahora Azcárraga sepa que deberá estar escondido un rato en lo que Peña Nieto hace como si de verdad le interesara arrestar magnates cuaneo en realidad es una simulación.
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