Dije en otra columna que el tema del pleito entre Carlos Slim (Dish) y Televisa es pedorro y de hueva y no me retracto. ¿Por qué debería importarme si Dish puede retransmitir o no los contenidos mierda de Televisa y TV Azteca? Por mi mientras menos gente los vea mejor.
Sin embargo, no puedo dejar de festejar que Televisa tenga un revés no se salga con la suya.
Lo digo porque la Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero, ordenó al Instituto Federal de Telecomunicaciones desechar la orden de un juez del DF para que no decidiera sobre el must-carry/must-offer y además desechó una suspensión que beneficiaba a Televisa en el pleito.
Lo cual quiere decir que ahora el IFT tendrá que ordenar que Dish sí pueda retransmitir los canales de televisión abierta de Televisa y TV Azteca sin pagarles, con lo cual Dish podrá competir contra Sky y Cablevisión.
Televisa y TV Azteca, por su parte, podrán impugnar lo que diga el IFT, pero si lo hacen por medio de un amparo, no podrán cancelar las retransmisiones de culquier forma en lo que dura el juicio.
El fondo del pleito es que la Constitución establece el must-carry/must-offer, y Televisa se quiso pasar por abajo al texto constitucional alegando que al retransmitir sus canales, Dish incurre en violación de derechos de autor. Pero el derecho de autor no está en la Constitución, por lo cual prevalece el texto constitucional por ser una ley superior.
Todo esto ocurre, por cierto, debido a que el ejecutivo federal impugnó la resolución del juez que impidió al IFT deliberar sobre las retransmisiones.
Lo cual quiere decir que Enrique Peña Nieto se acaba de echar encima a Televisa.
Vamos a ver ahora si Televisa tiene los tamaños para pegarle a Peña Nieto, y, de tenerlos Televisa, si el del copete de verdad puede aguantar los fregadazos.
O bien, si a Televisa se le arruga y deja que Slim le coma el mandado.
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