Enrique Peña Nieto pretendió hacerle creer a la opinión pública que simplemente anunciando "inversiones" en Michoacán ya se va a resolver el problema de la violencia.
En realidad su plan, con el cual pretende que se inviertan 45 mil millones de pesos en la entidad fracasará ya que está diseñado para que todo siga igual.
Para empezar, Peña Nieto nisiquiera dijo en qué consistirán las inversiones específicamente o cómo van a generar empleo y bienestar.
Dijo que se impulsará la creación de PyMEs, pero el problema no es que no haya PyMEs en Michoacán, sino que no quieren abrir porque los pequeños empresarios tienen miedo de que los extorsionen o de que les incendien sus locales, como ya ha pasado. Pero sobre ese problema Peña Nieto no dijo nada.
¿Quién va a querer poner un changarro si tiene que pagarle derecho de piso a los Templarios?
Que ordenó a la banca de desarrollo dar créditos y garantías por 12 mil millones de pesos. De nuevo: ¿quién va a querer abrir un negocio si sabe que tendrá que darle dinero a los Templarios?
Dijo también que Sagarpa destinará 3 mil 500 millones de pesos para apoyar al campo; que se agilizarán la regularización de tenencia de la tierra y se ampliará la infraestructura hidráulica con la construcción de una nueva presa.
Pero volvemos a lo mismo: el principal problema de los productores de limón, por ejemplo, son las extorsiones del narco. ¿De qué sirve destinarle más dinero al campo si las extorsiones no paran?
Equivale en realidad a destinarle más dinero del erario a los Templarios.
Que también se darán 350 mil becas en todos los niveles escolares por un monto de mil 600 millones de pesos. Eso es de plano una burla, ya que equivale a casi 381 pesos al mes durante un año. ¿De qué le sirve a un estudiante 381 pesos al mes? Es el equivalente a 12.69 pesos diarios. Apenas para comprar comida chatarra.
Que se construirá la primera etapa de la carretera de Jiquilpan y Sahuayo con la México-Guadalajara. ¿De de qué sirve si el narco quema camiones en carreteras?
Que le darán pensión de 500 pesos al mes a 115 mil beneficiarios del programa de pensión para mayores de 65 años, pero eso es una vacilada ya que para estar en el programa se tiene que ser pensioando del IMSS. Es decir, no ayuda a la gente pobre que ve al narco como única opción para salir de la pobreza.
Y la cereza del pastel: Que van a incorporar a 30 municipios del Michoacán a la Cruzada contra el Hambre cuando ¡no existe la Cruzada contra el Hambre! y a lo que se limita es a repartir despensas con fines electorales.
Lo único rescatable del plan de Peña Nieto es una copia burda de los programas sociales del GDF: instalar 400 comedores comunitarios para michoacanos en condiciones de pobreza extrema. Pero sin una combinación eficaz de programas sociales como los del DF, y sin detener a los Templarios, ningún plan funcionará.
Así que mientras el gobierno priista no toque al narco, el plan anunciado ayer por Peña Nieto es pura pantalla y palabrería para hacerle creer a la gente que ya se va a resolver el problema de Michoacán cuando en realidad todo va a seguir igual.
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