Tenía que ser la panista Mariana Gómez del Campo. La prima política de Felipe Calderón salió ayer en el Senado con la barrabasada de pedir que la cámara alta condene los actos de violencia en Venezuela y que pida que la cancillería mexicana envíe un relator especial para derechos humanos y libertad de expresión a ese país.
Hipócrita. Cuando los gobiernos panistas y priistas reprimieron, torturaron, secuestraron y asesinaron, Mariana Gómez del Campo no dijo nada.
Por ejemplo; cuando el gobierno panistas de Jalisco, encabezado en ese entonces por Francisco Ramírez Acuña, reprimió manifestantes, torturándolos e inventándoles cargos, Mariana Gómez del Campo no dijo nada.
Cuando dos personas fueron asesinadas y torturadas por la policía federal de Vicente Fox, a petición de Enrique Peña Nieto, Mariana Gómez del Campo no dijo nada.
Cuando el ejército de Felipe Calderón violó y mató a una anciana en la Sierra de Zongolica, Mariana Gómez del Campo no dijo nada.
Cuando el gobierno de Vicente Fox pretendía encarcelar a Andrés Manuel López Obrador para que no pudiera ser candidato a la presidencia, Mariana Gómez del Campo no dijo nada.
Cuando decenas de miles de personas murieron por la guerra contra el narco de Felipe Calderón -muchas de ellas a manos del ejército y la PF, como los dos estudiantes del TEC de Monterrey- Mariana Gómez del Campo no dijo nada.
Y cuando la policía federal de Enrique Peña Nieto reprimió a manifestantes en San Lázar el primero de diciembre de 2012, incluyendo a Kuy Kendall, quien murió un año después por el balazo de goma que le disparó la PF en San Lázaro, Mariana Gómez del Campo no dijo nada.
Eso sí: la única que ha hecho todo lo posible por impedir las manifestaciones en México es Mariana Gómez del Campo, ya que es ella la autora de la ley que pretende regular las marchas en el DF.
Como siempre, la hipocresía es la verdadera ideología del PAN.
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