Luis Videgaray pretendió justificar su ineptitud en política económica (¿a poco creen que la hace Peña Nieto que ni lee libros?) diciendo que el desplome en la confianza del consumidor reportado por el INEGI -debido a la reforma hacendaria- es temporal.
Dijo Videgaray de acuerdo con Reforma:
"Estamos convencidos que este es un efecto transitorio que tiene que ver mucho con el alza de precios asociados a la entrada en vigor de algunos efectos derivados de la reforma hacendaria".
Mintió. O por lo menos omitió datos duros que lo contradicen.
Que conforme las reformas y el crecimiento se empiecen a sentir en la economía real, la confianza del consumidor crecerá, dijo.
El problema es que todo indica que será lo contrario, y que la crisis -y por ende la confianza del consumidor- será peor.
Empecemos por un dato duro: El Banco de México dio a conocer su Encuesta de Expectativas de Especialistas en el cual se indica que 20% de los encuestados consideran que la inseguridad pública es el principal problema para la economía en los próximos meses.
De acuerdo con Reforma, es la primera vez en más de un año que los especialistas consultados por el Banco de México señalan a la inseguridad como el principal obstáculo para el crecimiento.
Y si algo queda claro de la estrategia de Peña Nieto para combatir a la inseguridad es que simple y sencillamente no funciona.
Más violencia, más insegirdad, y por ende menos condiciones favorables para la economía.
Otra más: El SAT pretende desatar una ola de terrorismo fiscal contra los changarros y microempresarios que usan cajas de ahorro.
Que porque la reforma fiscal obliga a los microfinancieras a incorporar al Registro Federal de Contribuyentes a sus clientes con cuentas o créditos de más de mil 500 pesos.
Lo cual quiere decir que un montón de changarros y microempresas van a cerrar porque no van a poder sobrevivir con el terrorismo fiscal del gobierno priista. Para eso existían los REPECOS.
Así que Videgaray MIENTE. Los efectos negativos de la reforma fiscal y de la estupidez de Peña Nieto para conducir al país no son pasajeros. Seguirán causando estragos y el consumidor tandrá menos confianza.
Hay que recordar, después de todo, que la economía mexicana se sigue deteriorando desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder.
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