Reforma publica que el gobernador priista de Michoacán, Fausto Vallejo, trató de justificar la reunión entre Alfredo Castillo y el capo del Cártel de los Valencia "El Abuelo" alegando que su presencia pudo haber sido por casualidad.
"Luego son gentes que se cuelan, es muy difícil ciudarse de quienes están por ahí", dijo Vallejo.
Pero eso resulta inverosímil por dos razones:
1. Porque se supone que el gobierno federal tiene datos de todos los capos y, por consiguiente, deberían identificarlos inclusive si se "colaran."
2. Porque Castillo fue enviado a Michoacán a lidiar con el problema del narco. Por consiguiente, debería saber si tiene a un capo FRENTE A ÉL a 20 centímetros de distancia.
Inclusive si lo que dice Vallejo fuera cierto, que un capo simplemente se "coló" a una reunión privada de un comisionado del gobierno federal, entonces ¿qué clase de seguridad es la que implementa el gobierno federal priista en Michoacán que se les cuela hasta un capo?
Por otro lado, ¿cómo es que Fausto Vallejo no sabe los detalles sobre la reunión de Castillo con El Abuelo? ¿Qué no se supone que es el gobernador? Lo que está dejando claro es que nadamás está de adorno y que Castillo es en efecto el gobernador de facto de Michoacán.
Esta farsa debería ser más que suficiente para que Enrique Peña Nieto y toda su gente renunciaran al cargo por lo menos por ineptos.
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