Un juez federal le otorgó ayer un amparo al Chapo Guzmán para que no lo extraditen a Estados Unidos.
Sus abogados lo tramitaron a pesar de que aún no hay una petición formal de extradición por parte de las autoridades de ese país.
Lo cual sugiere que con Enrique Peña Nieto el Chapo podría fugarse otra vez.
Y es que aunque Peña Nieto diga -como lo hizo ayer- que la captura del Chapo demuestra la "eficacia" de la su estrategia de seguridad, la realidad es que no fue Peña Nieto quien ordenó el arresto del Chapo, sino Estados Unidos.
Vamos, el gobierno priista hasta permite que se fuguen narcos. En Zamora, Michoacán, por ejemplo, funcionarios de la PGR permitieron que se escapara un detenido al que le encontraron armas de uso exclusivo del ejército, cocaína y mariguana.
Y si eso hicieron con un narco de menor nivel, con más facilidad se les podría escapar a los priistas el Chapo, quien tiene suficiente dinero para estar en la lista de Forbes.
Así que mejor que Peña Nieto deje de estar diciendo mentiras. No es un logro ni un mérito ni un éxito que haya arrestado al Chapo. Lo hizo porque se lo ordenaron desde Washington, donde saben perfectamente que la PGR deja ir a narcos. Lo que la "estrategia" de Peña Nieto ha llevado a sospechar es que hay una plena complicidad entre el PRI y el narco.
Es más: si tan fregoncito se siente Peña Nieto, que impida la extradición del Chapo y que se quede en México. A ver cuánto tiempo pasa sin que se escape. Dudo que mucho.
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