Luego de que Reforma diera a conocer ayer que el gobernador de facto de Michoacán -oficialmente comisionado federal- Alfredo Castillo, se reunió en una bodega con un capo del Cártel de los Valencia, cuyo historial delictivo es perfectamente conocido por el ejército y la PGR, han aparecido serios señalamientos de complicidad entre el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto y el narco.
Lo que se preguntan en la oposición es ¿cómo es posible que Castillo no haya sabido que se estaba reuniendo con Juan José Farías, lugarteniente de los Valencia, si tenía un cargo en la PGR y si le encomendaron ir a Michoacán precisamente por el tema del narco?
Peor: no ha habido una respuesta oficial del gobierno priista a pesar de lo grave del caso.
Porque una de dos: O de verdad el gobierno de Peña Nieto está coludido con el narco para sacar de la jugada a un cártel -el de los Templarios- favoreciendo a otros, o el gobierno priista es tan inepto que no se dan cuenta de que reunen con capos.
Bajo cualquiera de los escenarios, quedaría demostrado que el PRI y Enrique Peña Nieto, no están capacitados para estar en el poder y deben renunciar de inmediato ante el peligro en el que ponen a la ciudadanía.
PD: Una de dos: o los lambiscones del PRI en los medios van a callarse la boca sobre este tema o van a desgañitarse defendiéndo al PRI. No esperen cuestionamientos que pongan en riesgo sus respectivos contratos de publicidad tan solo por cumplir la obligación de los medios de decir la verdad.
UPDATE: Apareció ayer en Twitter el siguiente mensaje:
La persona que esta @ACC_Castillo no es "el abuelo" sino su hermano Uriel Farias Alvarez, exalcalde de tepalcatepec pic.twitter.com/8frZQPE2Be
— Despierta México (@malplanz) February 8, 2014
Si fuera el caso, realmente no veo cómo sería menos grave la reunión.
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