El arresto de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera en una fiesta en un hotel de Mazatlán, Sinaloa, no fue por mérito de Enrique Peña Nieto, sino por orden de Barack Obama.
Como en casi todos los arrestos -o asesinatos- de capos grandes, o en los grandes decomisos de droga en México durante el sexenio pasado, el arresto del Chapo se hizo gracias a inteligencia de Estados Unidos.
Pero Estados Unidos no revela inteligencia a México excepto cuando específicamente quiere que se realice una acción contra el narco.
Lo hemos dicho varias veces en blogdeizquierda.com; el principal objetivo de Barack Obama en su segundo periodo presidencial es la reforma migratoria, pero los Republicanos le han puesto trabas alegando preocupaciones de seguridad fronteriza.
Y ante el evidente caos que impera en México debido a la violencia del narco que Enrique Peña Nieto ha causado con su fallida estrategia contra el narco, si Barack Obama quiere convencer a la opinión pública de EU de que no hay problemas de seguridad que impidan la reforma migratoria, lo único que podía hacer es ordenar un golpe mediático fuerte, como lo sería la captura del Chapo.
Ya tiene entonces Obama su golpe mediático. El negocio del narco seguirá igual. Pero ahora Obama podrá promover la reforma migratoria con más facilidad.
Y de aprobarse, la reforma migratoria garantizará millones de votos para los Demócratas a futuro.
Ese es el verdadero objetivo de Obama. Peña Nieto no tiene mérito alguno.
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