El desafuero de Andrés Manuel López Obrador fue fraguado en 2005 por Vicente Fox, Diego Fernández de Ceballos, y Carlos Salinas de Gortari, acusó el propio López Obrador, para impedir que la gente pudiera votar por él en las elecciones presidenciales de 2006.
Ahora, el PRI quiere aplicar otro "desafero", pero a la consulta energética para la cual ya se entregaron las firmas necesarias -como lo indica la ley- al IFE. Ésto para negarle a los mexicanos su derecho constitucional a que los consulten sobre los temas relevantes del país.
Sí; el PRI y el PVEM en las comisiones unidas del Senado que dictaminaron la minuta de Ley de Consulta Popular, cambiaron lo que aprobí la Cámara de Diputados y le pusieron un candado para que no se puedan hacer consultas que involucren a los ingresos petroleros.
Pero la Constitución no excluye a los ingresos petroleros de ser consultados. Dice que no se puede consultar sobre los ingresos del Estado, pero eso se refiere al total de los ingresos, no a una parte de los ingresos.
Por otro lado, la consulta no se refiere a los ingresos del Estado, sino a permitir o no la participación de empresas privadas en Pemex.
De rechazarse la reforma energética no se modifican los ingresos ni los gastos del Estado. Se rechaza el permiso a empresas privadas para entrar en el sector energético.
El PRI sabe que la mayoría de los mexicanos rechazan la reforma energética, y saben que si se pone la decisión de permitirla o rechazarla en la boleta electoral, la mayoría de los mexicanos la rechazarán. Y si la mayoría de los mexicanos la rechazan, por ley se debe desechar y el gobierno federal no puede llevarla a cabo. PUNTO.
Por eso es que ahora el PRI le quiera dar un desafuero a la consulta energética. Porque nunca ha sido un partido democrático; porque Enrique Peña Nieto no es un político democrático -vamos, llegó al poder por un fraude comprando votos con tarjetas de Soriana- y porque al PRI no le importa lo que quieran los mexicanos para México. Les importa entregar el petróleo a extranjeros a cambio de mochadas.
La ironía en esto es que el PRD advirtió que si el PRI bloquea a la consulta energética con la Ley de Consulta Popular, entonces el PRD hará una consulta para echar abajo al candado que le ponga el PRI a la Ley de Consulta Popular. Si eso pasa, la consulta energética se llevará a cabo en 2018.
¿Y saben qué? Con la consulta popular en la boleta electoral en 2018, la probabilidad de que los electores voten por la izquierda será mayor, ya que la consulta energética la promueve la izquierda, y el tener una boleta para consulta le recordará a la gente por quién votar si no quieren que privados y extranjeros se queden con la riqueza nacional.
Así que al final al PRI le va a salir más caro el caldo que las albóndigas por no querer que haya democracia en México.
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