No quise decir nada del round de arañazos y rasguños de pantimedias entre los panistas Gustavo Madero y Ernesto Cordero porque, la verdad, creo que el tema es demasiado pendejo y mucho menos relevante que lo que está pasando en Michoacán. No por nada El Universal, diario de tendencia priista, le está poniento tanta atención al asunto; porque distrae de Michoacán.
Pero mientras más lo pensé, más consideré que era imperativo que resolviera esta situación para que ya no esté distrayendo al público.
Mire usted:
Primero Gustavo Madero dijo que Ernesto Cordero se comportaba como Andrés Manuel López Obrador al descalificar la comisión electoral para la elección interna del PAN, ya que Cordero dijo que se estableció a modo.
¿Se estableció a modo para beneficiar a Madero? Sí.
¿Se comporta Cordero como AMLO? Sí. AMLO también denunció que el IFE y el TRIFE estaban operando para beneficiar al PAN en 2006 y al PRI en 2012, lo cual estuvo 100% demostrado. Y la comisión electoral del PAN claramente fue hecha para beneficiar a Madero.
Pero luego Cordero le reviró a Madero diciendo que Madero se comporta como el PRI de Humberto Moreira por no investigar el asunto de los moches.
Touché.
¿Se comporta Madero como el PRI de Moreira? Sí.
Sin embargo, creo que los dos están haciéndose afuera de la bacinica.
No es que Cordero se parezca a AMLO (la verdad, el que sale perjudicado en esa comparación es el Peje) o que Madero sea como Moreira, sino que LOS DOS, Cordero y Madero, son como el PAN de Felipe Calderón.
Es decir, una mierda irredenta y espuria plagada de corrupción e ineptitud que hunde a México y que, afortunadamente, la gente va a seguir mandando a volar en las urnas.
Listo. Problema resuelto. Los dos son culeis. Ya fin. A chillar a su madre los dos. De nada.
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