El monero de la derecha publica hoy un cartón sobre el caso Édgar Tamayo en el cual sugiere que ejecutarlo fue darle "su merecido."
Esto a pesar de que en Estados Unidos hay una fuerte oposición en general a la pena de muerte; a pesar de que en México no existe la pena de muerte -la derogó Vicente Fox- y a pesar de que en Europa las condenas nisiquiera pasan de 20 años de prisión.
Lo que el monero de la derecha deja claro con su comentario, es que es que para él matar a alguien es darle "su merecido."
Irónico, ya que en 2006 se puso a lloriquear en un cartón que si ganaba AMLO las elecciones presidenciales lo iban a golpear, dibujándose a si mismo con un ojo morado.
¿Y si alguien hubiera dicho que golpearlo era darle "su merecido" en ese entonces? No lo hubiera aceptado.
Con su declaración sobre la pena de muerte, el monero de la derecha, como dijimos, muestra hipocresía, hace apología de la barbarie, y, sin darse cuenta, justifica que se agreda a quien sea en base a una opinión de que inflingir daño físico es algo que se pueda merecer.
No sólo eso: descalifica sus propios cartones donde se queja de manifestantes supuestamente "violentos".
Ahora no podrá quejarse de ellos. Le responderán: "es que estaban dando su merecido al poder."
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