El alcalde panista de Celaya, Guanajuato, Ismael Pérez Ordaz, se negó a revelar qué diputado del PAN le pidió moche de 35% para asignarle un presupuesto de 160 millones de pesos para pavimentación luego de que Reforma difundiera una grabación en la cual el propio alcalde dijo exactamente eso.
De acuerdo con Reforma Pérez Ordaz alegó que no va a decir el nombre porque "fueron cuestiones privadas que se platicaron en una cuestión cerrada y este es un asunto privado."
No señor. Eso no es un asunto privado.
No es un asunto privado porque lo que está involucrado es dinero PÚBLICO, no dinero privado.
No es un asunto privado porque se hizo entre servidores PÚBLICOS, no entre particulares.
Y no es un asunto privad porque implica corrupción en la función pública, lo cual es un asunto de interés para todos los mexicanos si consideramos que lo que se está manejando es el presupuesto federal.
Pérez Ordaz alega que está dispuesto a comparecer ante el CEN del PAN para explicar el caso, pero eso sería solapar un acto de corrupción que donde realmente se debería ventilar es ante las autoridades y ante la opinión pública, ya que lo que está en juego es el dinero que la gente aporta al erario.
El negarse a dar nombres por el escándalo de moches lo único a lo único que abona es a la sospecha de que tenía razón Ernesto Cordero al usar la expresión "pinches ladrones", y que Luis Alberto Villarreal y Gustavo Madero en efecto son los que están de detrás de esas corruptelas.
Eso sí; da gusto ver que el PAN se está haciendo pedazos solo, y que toda su porquería está quedando en evidencia. Jamás deben regresar al poder.
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