Los fundadores del PRD enviarán una carta a Andrés Manuel López Obrador que los acompañe a marchar el viernes 31 de enero en contra de la reforma energética.
La idea, dice Reforma, fue de Ifigenia Martínez, y tiene el respaldo de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.
"Sinceramente, esperamos contar con su presencia. El llamado de la historia nos obliga, es indispensable darle al pueblo un mensaje de unidad. De nuestra decisión depende el futuro de México. Vamos juntos, a defender nuestra Constitución y petróleo. La oportunidad de reencontrarnos es la marcha que est´n convocando sindicatos, organizaciones sociales y ciudadanos para el próximo 31 de enero a las 16:00 horas", dice la carta.
"Se requiere voluntad y un espíritu de unidad con todos los mexicanos dispuestos a defender las conquistas del pueblo y los recursos que son de la nación. Vamos a unirnos. Vamos a sumarnos más allá de nuestras diferencias, guiándonos con lo que decía Vicente Guerrero: La patria es primero", agrega.
Andrés tiene que aceptar esa invitación. No hacerlo será señal de rencor, de protagonismo y de falsedad al decir que lo que le importa no es el beneficio personal sino el bien de la patria.
Cuando AMLO quiso ser candidato a presidente en 2012, y llamó a Cuauhtémoc Cárdenas y a Porfirio Muñoz Ledo, acudieron a su llamado. Hoy Andrés debe ser recíproco y mostrar humildad y altura de miras. Negarse, así sea alegando motivos de agenda, será mezquino y lo mostrará como verdadera causa de encono y división en la izquierda.
Es la verdad.
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