La foto que mostramos a continuación fue publicada por @thebitpages poco antes de las 12:00 de la noche el 31 de diciembre pasado en un evento en Nueva York para inaugurar el Centro Bitcoin de Nueva York, ubicado en Wall Street a poca distancia de la Bolsa de Valores de NY:
Lo interesante de la foto es que quien sostiene el código QR es el diputado federal Republicano de Texas Steve Stockman.
¿Por qué es eso interesante? Mire usted:
Stockman mostró el código QR de su monedero Bitcoin para solicitar donativos para su campaña para el Senado de Estados Unidos, ya que en noviembre próximo habrá elecciones intermedias en ese país.
El detalle es que Stockman es el primer político de Estados Unidos que pide donativos en Bitcoin para una campaña federal.
De acuerdo con Business Insider, Stockman fue invitado a la inauguración del Centro Bitcoin por fundador del centro Nick Spanos, empresario de bienes raíces e impulsor del uso de la moneda digital, quien contribuyó además a la campaña de Stockman para la cámara baja de EU.
Business Insider señala que Stockman no está de acuerdo con las decisiones del banco central de Estados Unidos (la FED), y que quiere promover al Bitcoin como alternativa al dólar.
En Estados Unidos los políticos pueden pedir donativos a particulares para sus campañas, pero esta es la primera vez, como dijimos, que un político solicita donativos para una campaña federal en Bitcoin.
Con lo cual 2014 está viendo la entrada del Bitcoin a la política en Estados Unidos.
Que Stockman esyé pidiendo donativos en Bitcoin tiene el potencial para crear una fuerte controversia en Estados Unidos y casi estoy seguro de que terminarán interviniendo las autoridades o las cortes para reglamentarlo.
Lo digo por lo siguiente:
Recibir Bitcoins para una campaña política abre la puerta para todo tipo de boquetes a las leyes electorales. Empezando por el hecho de que un monedero Bitcoin, al ser anónimo, no permite identificar si el origen del dinero fue legal o no. No hay forma de saber, por ejemplo, si Stockman recibirá en ese monedero dinero de algún votante Republicano de Texas, o de algún narcotraficante que haya cambiado dinero ilegal a Bitcoin.
Abre también la puerta a que Stockman reciba dinero del extranjero a carretadas, ya que el Bitcoin no se registra en ningún banco central ni en ningún sistema regulado por controles financieros y judiciales.
Y finalmente, le da completo anonimato a los empresarios, banqueros y millonarios que quieran comprar a Stockman o a cualquier otro político con millonarios donativos para sus campañas, lo cual no es necesariamente ilegal (la Suprema Corte de Estados Unidos determinó hace algunos años que sí es legal), pero le da un nivel de anonimato a los donativos de millonarios que impide que la gente sepa qué intereses están detrás de un político.
"Momento, pinche Victor. ¿Estás criticando al Bitcoin por ser anónimo y de fácil transferencia? ¿No lo chuleabas por eso?" me preguntarán algunos lectores de esta columna.
Respondo: sigo chuleando al Bitcoin por ser anónimo y de fácil transferencia. Pero para transacciones legales entre la gente que está harta de que la desplume el sistema bancario. De ninguna manera aplaudo que se use Bitcoin o cualquier otra moneda para comprar drogas o pornografía infantil, o para corrupción, por poner algunos ejemplos de su uso indebido.
Considero que si se van a aceptar donativos en Bitcoin para campañas políticas en cualquier país, se debe establecer una regulación muy estricta no para el Bitcoin en sí, sino para la manera en la que las campañas políticas y los partidos pueden mover Bitcoins.
Porque de lo contrario, el Bitcoin se convertiría en el nuevo Monex -o en la nueva tarjeta Soriana- para financiar ilegalmente o comprar votos en cualquier campaña política.
Al margen de eso, sí me parece relevante que el Bitcoin entre por primera vez en la política. Porque mientras no haya regulación para el Bitcoin, y existan millonarios y empresas que quieran comprar políticos, el Bitcoin podría tener un fuerte aumento de precio durante este año electoral en el cual se harán cientos de campañas políticas en Estados Unidos, y los diputados y senadores estén buscando cómo inyectar dinero a sus campañas sin que se sepa quiénes se lo dieron.
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Esta columna acepta donativos en Bitcoin en esta dirección:
1N5h1CZsM4rKbuQGHuP62EuPzCk7AaCpBs
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