Ayer murió el activista Francisco Kuy Kendall luego de estar más de un año en coma inducido a causa de la herida que le causó la Policía Federal priista con cun balazo de goma durante las manifestaciones del primero
de diciembre de 2012 contra la imposición de Enrique Peña Nieto.
Fue una larga agonía en la cual el gobierno de Peña Nieto jamás se responsabilizó a pesar de que fue el resultado de la barbarie en la que incurrió su policía -al mando de Manuel Mondragón- en San Lázaro.
Pero las implicaciones de la muerte de Kuy Kendall son más. Mire usted:
Para empezar, Kuy Kendall se convirtió ayer, en orden cronológico, en la primer víctima del régimen priista, autoritario y asesino (valga la redundancia) de Enrique Peña Nieto. Muchos más le siguieron, particularmente en Michoacán, pero Kuy Kendall fue el primer mexicano a quien el régimen de Peña Nietto agredió al punto de perder la vida un año más tarde.
Segundo: la muerte de Kuy Kendall pone a los medios que se vendieron a Peña Nieto como aduladores de un asesino. No tiene, por lo tanto, ninguna autoridad moral para decirle al público que son "periodistas" o "independientes". Son esbirros de un asesino y punto.
Tercero: La ultraizquierda verdaremante se mostró miserable y calumniadora al tratar de embarrar en la muerte de Kuy Kendall a Marcelo Ebrard y a Miguel Ángel Mancera.
El primero de diciembre de 2012 Mancera no era el Jefe de Gobierno del DF (tomó protesta el 5 de diciembre). Y Marcelo Ebrard no tuvo nada que ver con lo que pasó en San Lázaro ya que en San Lázaro lo que hubo fue un operativo federal, en el cual el GDF no tenía autoridad alguna.
Lo hemos dicho hasta el cansancio: debido a que el DF no es un estado libre y soberano, la Policía Federal es la que se encarga de los operativos en el DF en lugares de jurisdicción federal, como las cámaras del congreso.
La bala de goma que hirió a Kuy Kendall, además, fue de un Policía Federal, no de un policía del DF. Marcelo Ebrard no tenía absolutamente NADA que ver con el caso de Kuy Kendall.
Pero la ultra pretendió culpar a Ebrard y a Mancera simplemente por odio y por ignorancia; Por no saber las leyes y por pretender hacerse los rebeldes cuando en realidad al calumniar a Ebrard y a Mancera le ayudaron al PRI a desviar la atención del verdadero asesino de Kuy Kendall: Enrique Peña Nieto.
Si la izquierda llega la poder en 2018, debe llevar a juicio a Peña Nieto y a Manuel Mondragón por la muerte de Kuy Kendall. Su muerte sólo quedará impune mientras el PAN y el PRI estén en el poder.
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