"¿Te crees demócrata? Más vale que lo declares ante @JohnMAckerman y Sra., pases tu examen y recibas tu credencial de "popular". Si no, no", fue una de las burradas que dijo Sheridan. Las demás estuvieron por el estilo.
¿Qué es el Congreso Popular? Uno más de los desahogos emocionales que se cocinan en la izquierda para consumo interno y que en realidad no sirve para nada. De ahí que ni lo estamos pelando en blogdeizquierda.com
Por lo mismo, no se explica cómo es que Sheridan le dio tanta importancia. A menos de que le de envidia lo que haga Ackerman para hacer show.
(Y no, Guillero Sheridan. No tengo que ir a declararle nada a John Ackerman para considerarme demócrata. Pero aún ási cada quien es libre de hacer los congresos que quieran. Para eso hay libertad de expresión. Favor de no estar chingando.)
El caso es que gracias las tarugadas que dijo Sheridan, John Ackerman y sus seguidores se ardieron, fuero a acusar a Sheridan con Enrique Krauze y salieron con que Krauze debe de opinar lo mismo que Sheridan simplemente porque publican en la misma revista Letras Libres.
Bajo esa lógica, hizo bien en señalar @La_War, entonces Ackerman está de acuerdo con los insultos y ataques racistas y misóginos de Alfredo Jalife en Twitter simplemente porque ambos han salido en La Jornada y en CNN.
Pero a ese señalamiento Ackerman ya no le quiso responder.
¿Mi opinión al respecto? Lo siguiente:
1. Sheridan dijo burradas. Sin duda. Y su desplante de aparente envidia hace pensar que a lo que le tiene envidia es a que a él no se le ocurrirera algo como el Congreso Popular para llamar la atención.
2. John Ackerman y sus fans se ardieron de más por muy poca cosa. Tan fácil que hubiera sido darle block y mandarlo mucho a chiflar a la loma. Digo, no mamar: ¿a poco les va a quitar clientela de izquierda para el Congreso Popular lo que dijo Sheridan? Que se vaya a rechinar a sus muelas y punto. Sigan con su Congreso Popular.
El problema que veo aquí es que si la izquierda se va a tambalear por cualquier burrada de cualquier pelagatos de derecha, pues entonces ni ellos creen en la solidez de lo que hacen.
Lo cual, la verdad, deja muy mal parada a la izquierda.
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