El pasado 9 de enero la prensa le preguntó a Andrés Manuel López Obrador, durante una gira por Hermosillo, Sonora, sobre su salud luego del infarto que sufrió en diciembre.
AMLO respondió que tardará seis meses para que pueda volver a jugar beisbol pero no quiso hablar sobre su proceso de recuperación por considerarlo algo íntimo, según una nota de Milenio.
Lo que sí dijo fue esto:
"Lleva tiempo la recuperación. Para que yo vuelva a jugar beisbol son seis meses, para que yo siga bateando arriba de 300... Lo que me pidieron es que con moderación pueda seguir trabajando, no puedo quedarme todo el día en reposo. Cada quien tiene su punto de vista sobre el dejar de existir y no quiereo meterme en eso".
Ayer, en la asamblea constitutiva de MORENA, la prensa le volvió a preguntar por su salud. "¿Qué le recetaron los doctores?" le preguntó un reportero de acuerdo con Reforma.
López Obrador respondió:
"Que siga yo trabajando, combatiendo a los corruptos, a los políticos, eso es lo que me recetaron los médicos, que traiga a mecate corto a Peña Nieto y a todos esos corruptos, eso fue lo que me recetaron, imagínense."
No es lo que dijo unas semanas antes, cuando respondió que le pidieron que trabajara con moderación.
Obviamente ningún doctor le recetó a AMLO traer combatir a los políticos corruptos. Si lo dijo, en vez de decir la verdad, fue porque no quiso responder. Y si no quiso responder es porque la pregunta le incomoda.
Pero Andrés Manuel se tiene que hacer a la idea de que el tema de su salud lo va a perseguir mínimo por el resto del sexenio.
No es poca cosa. AMLO y Marcelo Ebrard son los dos aspirantes más visibles de la izquierda para la candidatura presidencial. Y la salud de un posible presidente es algo que es claramente de interés público.
Así que en vez de incomodarse y responder con evasivas "combativas", mejor que AMLO diga cómo va su salud de verdad y ya. Nada de malo tiene. Se le preguntó a Lula y es realmente un tema importante en un proceso político.
Por ejemplo: en 2008 la prensa de Estados Unidos se mostró genuinamente preocupada por el hecho de que Sarah Palin era la candidata a vicepresidente de Estados Unidos porque John McCain, en ese entonces candidato Repúblicano a Presidente, tenía más de 80 años, y por ende, si tenía problemas de salud, Palin, cuya ignorancia política y derechismo recalcitrante asustó hasta a los Republicanos, podría ser Presidente de Estados Unidos si algo le pasaba a McCain (hasta la fecha a McCain no le ha pasado nada, por cierto, pero la preocupación de la prensa era válida.)
O recordemos el caso de la pregunta de Carmen Aristegui sobre el presunto alcoholismo de Felipe Calderón como una preocupación de salud. En la izquierda todos apoyaron a Aristegui por hacer la pregunta excepto por una persona: AMLO, quien dijo que no se deberían meter con la intimidad de Calderón.
Pues lo siento, pero la salud de un presidenciable es tema de interés nacional quiera o no quiera Andrés Manuel. Y si quiere evitar que lo ataquen con guerra sucia respecto a su salud, lo mejor que puede hacer es ser completamente transparente.
Porque la condición que genera el bloqueo de arteria coronaria no ocurre una vez y ya. Puede volver a bloquearle la arteria si no sigue cuidados muy puntuales y si no le baja al estress.
Así que en vez de incomodarse y evadir, mejor que AMLO diga la verdad y asunto arreglado. De lo contrario, no pocos van a pensar que está ocultando algo.
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