Según el monero de la derecha, en México le tenemos que envidiar a Irán que haya ofrecido en Davos contratos petroleros "más atractivos" que en México con la reforma energética privatizadora.
Que porque la producción de Irán va a subir mucho con sus "contratos atractivos."
Pero eso es una idiotez.
Y es que el único tipo de contrato que sería más atractivo que lo que ofrece el PRI con la reforma energética es darle a privados la propiedad directa del petróleo, lo cual no le da ningún beneficio ni le da más ingreso a México. Al contrario, se los quita.
Lo cual equivale a dar las nalgas por poca cosa.
No lo digo yo. Lo sugiere una columna (OJO) DE DERECHA publicada el 23 de enero pasado en el diario The Washington Post sobre la presentación en Davos del presidente de Irán, Hassan Rouhani.
La columna, en la cual dice que el presidente iraní fue a Davos a tratar de caerle bien a los ricos, lleva por título Rouhani does Davos.
El título hace referencia al porno clásico de 1978 Debbie does Dallas, en el cual una chica llamada Debbie obtiene dinero para ir a una audición para ser porrista de los Vaqueros de Dallas permitiendo que el dueño de la tienda de deportes en la que trabaja tenga sexo con ella.
Para que el monero de la derecha no entienda con manzanas, supongamos que alguien le ofrece sembrar manzanas en su patio trasero. Quien hace el ofrecimiento tiene la tecnología y el dinero para plantar y cosechar las manzanas. Pero no le va a dar al monero de la derecha las manzanas ni la ganancia de la venta de las manzanas: le va a vender las manzanas A PRECIO DE MERCADO.
"Oiga, pero entonces yo no gano nada por dejar que used use mi patio para sembrar manazanas," le podría reclamar el monero de la derecha.
"Ah, pero va a aumentar un chorro tu producción de manzanas", le respondería el que le ofrece sembrarlas.
Sólo que en esta analogía el monero de la derecha no es el dueño del patio, sino todos los mexicanos, y él pretende comprar acciones de la empresa que quiere sembrar las manzanas, cosa que no puede hacer la abrumadora mayoría de los dueños del patio porque son pobres.
Lo mismo pasaría con México y el petróleo. Por lo cual, insisto, es una idiotez pretender comparar a México con Irán. México no ganaría nada, y sí perdería las nalgas para beneficio de unos cuantos ricachones que pueden hacerse sanguijuelas de trasnacionales.
Si ya de por sí está mal México con la reforma energética que le roba su petróleo, peor estaríamos su pretendiéramos ser como Irán, donde lo que quieren en realidad es pantalla.
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