Ni una palabra ha dicho el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, sobre Michoacán, donde sus soldados asesinaron a civiles y pese a que se supone que los militares patrullan, sigue operando el narco.
En vez de dar la cara, Peña Nieto prefirió esconderse en Los Pinos y sólo dar la cara escondido detrás de las faldas de los empresarios de Claudio X González, señalado como el Fidel Velázquez de los grandes empresarios del país. La foto lo dice todo:
Peña Nieto, con el restro visiblemente descompuesto, sanforizado y con postura de llevar el rabo entre las patas, es observado casi con regaño por Claudio X González, quien apoyara la guerra sucia contra Andrés Manuel López Obrador en 2006. Luis Videgaray de plano evita la mirada.
En la reunión, llevada a cabo en Los Pinos, Peña Nieto dijo las tonterías habituales: que las estimaciones apuntan a que tras las reformas de 2013, en 2014 México tendrá un mejor desempeño en la economia, pero esa ni él se la cree, ya que empresarios y analistas han admitido que las puras reformas no lograrán mejorar la economía.
Y menos ahora con la violencia que se desató en Michoacán y que está por desbordarse mientras Peña Nieto se esconde.
La realidad es que lo que tiene Peña Nieto en las manos es un Estado fallido, y por mucho que los empresarios gozan de privilegios lo traten de mantener a flote, Peña Nieto no podrá sostenerse con el caos que ha causado.
Y la gente se lo cobrará en las urnas en 2015 y 2018.
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