Antes que nada recordemos que Standard & Poor's (S&P), Moody's y Fitch Ratings fueron co-responsables de la crisis de 2008 al darles calificaciones altas a inversiones tóxicas sub-prime sin siquiera investigar lo que había en esas inversiones.
Las tres calificadoras han sido acusadas, además, de dar buenas calificaciones al mejor postor.
Dicho lo cual, ahora señalo que es una tomada de pelo que S&P le haya "aumentado" la calificación a la de México de BBB a BBB+ simplemente por la aprobación de las reformas fiscal, que sube los impuestos, y energética que privatiza el petróleo.
Primero porque el aumento de calificación es al mediano plazo. Es decir, no confía S&P que en el corto plazo vaya a haber ningún cambio tangible en la economía mexicana.
Para el largo plazo, la deuda subió a A, dos escalones, pues, pero no hay absolutamente nada que respalde esa predicción. Al contrario: se caerán los ingresos de los mexicanos con las alzas de impuestos y de los energéticos, por lo cual habrá menos consumo, y por ende menos crecimiento.
¿Por qué le dio entonces S&P esos aumentos de calificación a la deuda mexicana? Pues porque en Wall Street son unos hijos de puta que subieron acciones cuando, por ejemplo, murió Néstor Kirchner, el expresidente de izquierda de Argentina.
Porque quieren quedar bien con las empresas trasnacionales que pretenden quedarse con el petróleo mexicano.
Lo que no tomaron en cuenta es que en 2015 habrá una consulta popular contra la reforma energética y la gente la echará abajo.
Y si no, en 2018, si la gente vota por la izquierda, habrá una segunda nacionalización del petróleo.
Así que S&P se puede meter sus calificaciones por el yoyo. Porque ni reflejan la realidad de las cosas, ni le ayudan a México. Le ayudan al PRI y a los que se quieren robar el petróleo, pero nada más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario