Con la aplicación de la reforma energética que privatiza el petróleo, la renta petrolera ya no se usará para beneficio del país, sino, en primer lugar, para pagar a las trasnacionales y a los privados que operen en México. Sólo lo que sobre se usará para México.
Lo anterior se desprende de la descripción del uso de la renta petrolera publicada ayer en el diario Reforma, la cual dice:
"El destino que tendrán los recursos de la renta petrolera será en el siguiente orden: pagar los gastos de asignaciones y contratos con privados, realizar transferencias a diversos fondos, entre los que se incluye el de Ingresos de las Entidades Federativas, y el ahorro."
Esto quiere decir que en lo sucesivo, la principal prioridad para Pemex ya no será generar ingresos para el desarrollo del país, sino para entregárselos a empresas privadas.
Para que quede claro: entre pagar por las reparaciones que necesite un hospital, o pagar a Shell por hacer el trabajo que Pemex puede hacer sin necesidad de privados, la prioridad para el gobierno de Peña Nieto será pagarle a Shell. Si sobra algo, pagar el hospital.
De ese tamaño es lo grave del despojo que permite la reforma energética.
Sólo hay dos formas de derener el despojo; votar contra la reforma energética en una consulta popular en 2015, o votar por la izquierda en 2018 para que lleve a cabo una segunda expropiación petrolera.
Es eso, o que México se hunda más en la pobreza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario