Algunas de las mentiras que dijo el PRI -específicamente David Penchyna- y el PAN en el Senado para intentar justificar la reforma energética que privatiza Pemex:
"Lo que es innegable y rotundamente contundente es que lo que seguirá siendo de los mexicanos es la propiedad de sus energéticos. Eso nadie lo puede negar si se lee con cuidado el proyecto de dictamen que hemos presentado".
FALSO: literalmente la reforma le da la propiedad del petróleo a privados por medio de contratos de producción compartida y concesiones -a las cuales les llaman "licencias".
"Ya fracasamos en 2008. Esta reforma es imperativa, si nos quedamos estáticos, estamos condenados al fracaso", dijo el panista Raúl García.
ENGAÑO: la izquierda advirtió en 2008 que la reforma energética no iba a funcionar. El PRI y el PAN la hicieron a su gusto. Ahora quieren hacer una reforma peor. Sólo se fracasará si no se cambia lo que hicieron y quieren hacer los PRIANistas y se saca a la IP de Pemex.
"Hay muchos que tenemos miedo al cambio, pero el no mutar y mantenernos inerte ya es un fracaso".
Privatizar el petróleo no es cambio. Es retroceso. Pretenden el PRI y el PAN que México regrese al porfiriato, cuando el petróleo de México era propiedad de extranjeros.
México no gana privatizando el petróleo. Pierde. Las únicas que ganan son las trasnacionales y las empresas de las cúpulas priistas y panistas. A los mexicanos lo único que le dará la privatización del petróleo es gasolina, gas y luz más cara, y más impuestos ya que se perderá el 40% del ingreso del país.
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