A partir del primero de enero la clase media tendrá que pagar aumentos de ISR e IVA. Y todos los dueños de mascotas tendrán que pagar IVA por el alimento de sus mascotas.
Se suponía que las reforma fiscal también le aumentaba los impuestos a las empresas mineras en un 7.5% por derechos y 0.5% a la producción.
Pero Enrique Peña Nieto, por sus pistolas y pasándose por abajo al Congreso, virtualmente eliminó ese impuesto.
Y es que Peña Nieto publicó un decreto mediante el cual le permite a las empresas mineras pagar los nuevos impuestos de manera trimestral y en base a ingresos estimados.
Lo cual es una manera de permitir que las mineras no paguen nada, ya que bien pueden estimar que ganaron menos de lo que realmente ganaron, eludiendo de esa forma los nuevos impuestos.
Las mineras, señala Reforma, fueron de las empresas que más presionaron al Congreso para que no se avalaran los nuevos impuestos.
De esta forma, Peña Nieto perjudica a la clase media y favorece a las mineras que han sido responsables de tragedias como Pasta de Conchos, que han contaminado como en el caso de las mineras canadienses, y que son propiedad de empresarios como Germán Larrea, señalado por Andrés Manuel López Obrador como parte de la mafia del poder.
Lo más patérico del asunto es que con ese decreto Peña Nieto le vio la cara a los perredistas que votaron a favor de la reforma fiscal, ya que sólo operará el aumento de impuestos a la clase media, pero no a los que deberían pagar más porque son los que más tienen.
O en otras palabras, con Peña Nieto el país está igual que como estaba con Salinas. Ahí tienen su nuevo PRI.
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