DECRETO POR MEDIO DEL CUAL EL REY DON CARLOS
I, REY DE LA NUEVA ESPAÑA POR GRACIA DE DIOS Y DE SAN MARTIN DE PORRES-OBAMA,
DUQUE DE GORTARI, CONDE DE LA PAULETTE, MARQUES DE LAS LOMAS TAURINAS, HERMANO
DEL INCOMODO E IMPUNE DON RAUL, Y SEÑOR DE ATLACOMULCO ORDENA QUE PARA EL BUEN
FUNCIONAMIENTO DE LA ENTREGA DE LOS GLUTEOS Y DE LAS RIQUEZAS DE MEJICO A LOS HEREJES
PROTESTANTES ESTADOUNIDENSES SE RESPETE A LOS FUNCIONARIOS DE SU GOBIERNO Y NO
SE PERMITAN MAS PROTESTAS O BURLAS HACIA ESTOS
Nosotros, Carlos, ordenamos:
Primero, que ya no se mofe o se tilde de
bruto o estulto ni se exhiba evidencia de tal acerca de nuestra esposa o catamita, don Enrique, y que se le respete
en todo momento por todos los habitantes de este nuestro reino, tanto gente de razón o sin esta, y que igual
respeto se les extienda a todos los legisladores y padres conscriptos de todas
las faunas partidarias que tan bien nos sirven y a los cuales nos place
proteger y recompensar por su lealtad y disposición de ofrecer los glúteos a los extranjeros.
Segundo, que si los súbditos de este nuestro
reino salen a la calle a expresarse sea solamente con la venia de las
santas y reales y sabias autoridades y para agradecer con sinceridad y celo nuestro sabio mandato pues expresar lo contrario sería
actuar en contra de la voluntad del santísimo el cual obviamente nos concedió
la gobernación de esta Nueva España en reconocimiento a nuestra sapiencia y devoción.
Tercero, que absoluto respeto se muestre a
las instituciones que han hecho de nuestro reino, la Nueva España, lo que hoy
es y que aquel que impugne las resoluciones de estas tttsea sujeto a inmediata condena e inquisición
por parte de las autoridades de este mi reino y que no se divulgue su ponzoña
entre los naturales de esta ínsula para no llenarles la cabeza de espejismos de
los llamados libertarios que son contra natura si se aplican a un gobierno que
cuenta con el beneplácito del Santísimo.
Hacemos la prevención de que estando
estrechamente obligados todos los vasallos de cualquier dignidad, clase y
condición que sean, a respetar siempre las justas resoluciones del Soberano,
deben venerar, auxiliar y cumplir éstas con la mayor exactitud y fidelidad
porque Su Majestad declara incursos en su real indignación a los inobedientes y
a los remisos y pues de una vez para lo venidero deben saber los súbditos del
gran Monarca que ocupa en trono de la Nueva España, que nacieron para callar y
obedecer y no para discurrir ni opinar en los altos asuntos del gobierno.
(Sello)
Ciudad de Mejico-Tenustitlan
Anno Domini MMXIII
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