Dos fuentes completamente distintas confirman que la reforma energética que pretendn aprobar el PRI y el PAN antes del 15 de diciembre en el Congreso no sólo privatiza y desmantela Pemex, sino que además le entrega la propiedad de los hidrocarburos a empresas privadas trasnacionales.
Eso quiere decir que las trasnacionales se quedarían con el petróleo que es de los mexicanos y se lo revenderían a México a precio de mercado, causando un enorme boquete a las finanzas nacionales.
La primer fuente que confirmó que la reforma energética contiene contratos de producción compartida (entrega del petróleo en pago por servicios) y concesiones de pozos petroleros (darle la propiedad de los pozos y del petróleo a privados) fue Carlos Loret de Mola.
La segunda fuente fue La Jornada, por medio de una nota publicada ayer en la cual confirmó lo que publicó antes Loret: el borrador de la reforma energética contiene una privatización mucho más fuerte de Pemex, convirtiendo a la paraestatal en una mera oficina de concesiones y contratos para entregar la propiedad del petróleo a privados.
Según la nota de La Jornada, la reforma energética contiene todo lo siguiente:
1. Permite los oligopolios privados extranjeros en el sector energético, los cuales tomarían las operaciones de los campos petroleros, las estaciones de servicio y la refinación.
2. El Estado sólo se limitará a entregar contratos y permisos, lo cual desapareciería a Pemex Gas y Petroquímica Básica.
3. El petróleo dejará de ser propiedad del Estado una vez que esté fuera del subsuelo. Es decir, ya no será de los mexicanos sino de privados, perdiendo México de esta manera la renta petrolera.
4. El Estado podrá pagar con petróleo y gas por cualquier tipo de contratos y se podrán concesionar pozos y campos petroleros. Esto es grave ya que equivaldría a las concesiones que tienen Televisa y TV Azteca del espectro radioeléctrico, lo cual beneficia a las empresas privadas pero no a la nación.
5. Las empresas privadas se podrán llevar el petróleo del país sin pagar un quinto, despojando a México de sus propios recursos naturales.
6. Se privatizan las refinerías y otras instalaciones de Pemex, las cuales se podrán vender, dar en comodato u operarlas como "asociación". En todos los casos el común denominador es la privatización de las instalaciones de Pemex, contradiciendo el alegato del PRI de que no se privatizaría ni un tornillo de Pemex.
7. Los precios de la gasolina serían administrados al principio, pero en el futuro quedarían al capricho de los mercados internacionales, lo cual garantizaría que sus precios se dispararían.
8. México sólo podrá explotar sus hidrocarburos por medio de operadores públicos y privados.
9. Cuando se otorguen "licencias" (concesiones disfrazadas), la empresa privada se quedará con toda la producción de petróleo y gas, lo cual despojaría por completo méxico de su renta petrolera.
10. Se limita la exclusividad del Estado en la generación de electricidad, privatizando de esa manera a el sector eléctrico.
Ahora bien; un bloqueo al Senado no podría parar la reforma energética que privatiza Pemex. Con mucha suerte, podría retrasarla hasta 2014. Aún así lo veo difícil.
La única manera de detener la privatización de Pemex, por lo tanto, es por medio de la consulta vinculatoria, para la cual se requieren 1.6 millones de firmas.
El PRD ya tiene 1 millón de firmas y en esta semana continuarán acelerando la colecta. Hoy, por ejemplo, habrá mesas de acopio de firmas en la explanada de Bellas Artes a partir de las 8:30 de la mañana. Si están en el DF y no lo han hecho, vayan hoy mismo y firmen. Si se logran recabar las 1.6 millones de firmas antes del jueves, tendremos el as bajo la manga que podrá parar la reforma energética.
Ah, porque hay un detalle: la reforma energética no puede operar hasta que se apruebe en los congresos locales, lo cual ocurriría hasta 2014. Y luego de eso se tiene que aprobar una ley secundaria, la cual se aprobaría hasta mediados de 2014.
Teniendo la ley secundiaria, la privatización de Pemex empezaría a operar a partir de finales de 2014 o principios de 2015.
PERO la consulta vinculatoria ocurriría en julio de 2015. Eso quiere decir que la privatización de Pemex sólo podría operar durante 6 meses.
Todos a firmar entonces hoy en Bellas Artes, ya que la privatización de Pemex va en serio y sería mucho más agresiva de lo que se esperaba. Pero si se lleva a cabo la consulta vinculatoria, la podemos echa abajo.
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