Ternuritas de priistas. El presidente de su partido, César Camacho, les dijo que gracias a las reformas neoliberales el PRI ganará las elecciones de 2015, publica Reforma.
Lo dijo porque varios priistas están muy preocupados -con justa razón- por el efecto que trendrán las reformas en el electorado en 2015.
Así que Camacho les pretende dorar la píldora, pero en realidad les está mintiendo. Mire usted por qué:
Para empezar consideremos como punto de referencia la reforma laboral. El PRI prometió que crearía miles de empleos y no creó ni uno.
Ahora veamos el resto de las reformas:
Reforma de Telecomunicaciones
Con tal de privatizar Pemex, el PRI no cumplió con el plazo de 6 meses que establece la reforma de telecomunicaciones para establecer las leyes secundarias de la misma. Por consiguiente no hay reforma de telecomunicaciones operando. Y aunque operara, no toca a Televisa ni a TV Azteca. Al contrario: les quita a los competidores en el mercado de televisión de paga. En otras palabras, no cambia nada.
Reforma educativa
La reforma educativa afectará de manera negativa a los maestros y le impone el pago obligatorio de cuotas a los padres de familia. Ya hay mucho descontento por eso. Para 2015, tras TRES años de pedirle a los padres de familia que paguen por la luz, el agua, y la limpieza de las escuelas, se lo van a cobrar al PRI en las urnas.
Reforma fiscal
A partir de 2014 le sube los impuestos a un sector importante de la clase media; le sube los impuestos a los dueños de mascotas al cobrarles IVA por el alimento para mascotas; sube el IVA en 7 estados; reduce las deducciones; aumenta los impuestos para pequeños negocios; y peor: permite que las grandes empresas sigan eludiendo el pago de impuestos. Eso va a causar el descontento de millones de electores.
Reforma político-electoral
Nada en la reforma político-electoral aplicará de manera que realmente afecte a la población con la excepción de la creación del INE, instituto que no sirve para nada y sólo enreda más las elecciones. Peor: ahora van a obligar a la gente a renovar sus credenciales de elector, lo cual provocará más molestia no sólo por la pérdida de tiempo, sino porque costará millones al erario.
Reforme energética
Al privatizar Pemex, la reforma energética causaría un boquete fiscal de casi 40% del presupuesto, lo cual obligaría a subir más los impuestos. Además la reforma energética aumentará el precio de la gasolina y de la luz. Pero hay hay otro detalle: las leyes secundarias de la reforma energética se votarían hasta mediados de 2014, por lo cual la reforma energética no operaría hasta finales de 2014. Es decir, sólo operaría un año antes de las elecciones de 2015. Y otro detalle más: habrá una consulta vinculatoria que echará abajo la reforma energética, ya que más del 60% de los mexicanos se oponen a la privatización de Pemex. Siendo el caso, la reforma energética lo que generará entre la gente es más descontento, el cual se traducirá en menos votos para el PRI.
A menos, claro, que lo que esté diciendo Camacho es que las reformas tienen la intención de desviar fondos públicos para que el PRI pueda comprar votos en 2015.
Como sea, los priistas pueden estar seguros de que las reformas no les van a generar más votos. Al revés. Les van a generar derrotas electorales.
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