Comunidades de Jalpa y Nacajuca, Tabasco, fueron contaminadas por el pozo Terra 123, de Pemex, el cual se incendió durante 55 días.
Pemex acordó indemnizar a las comunidades -y no es broma de 28 de diciembre- dándoles unas despensas de mil 400 pesos.
Pero varios campesinos más también pidieron despensas y Pemex no se las quiso dar.
En consecuencia, los pobladores de las comunidades de Tabasco bloquearon bloquearon pozos petroleros. Primero para exigir despensas y luego para exigir que Pemex se comprometa a hacer obras sociales. Ésto último a exigencia de legisladores del PRD.
Pero las negociaciones fallaron porque Pemex no quiso y ahora los pozos siguen bloqueados.
¿Mi opinión? Que cómo carajos se le ocurre tanto a Pemex como a los campesinos arreglar un problema de contaminación por la quema de un pozo petrolero con unas pinches despensas.
Porque resulta que el primer bloqueo, de acuerdo con Reforma, fue porque Pemex sólo ofreció despensas a quienes vivían a 10 kilómetros a la redonda del pozo, y varios campesinos que ya no alcanzaban ese radio también quisieron despensas.
Peor: para lo de las despensas intervino el gobierno estatal perredista.
Era como para que Pemex limpiara e hiciera obras desde hace mucho, pero la política petrolera del PRIAN no es usar Pemex como palanca de desarrollo, sino como caja chica.
No esperen que eso cambie con la reforma energética. Al contrario. Ahora menos responsabilidad habrá porque las empresas privadas no tendrán que pagar por sus derrames y contaminaciones, sino Pemex que sigue con la misma política de dar despensas para comprar impunidad.
Y eso seguirá igual mientras que el PRI y el PAN sigan en el poder.
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