El gobierno priista de Enrique Peña Nieto admitió que no es posible saber si de verdad se crearán empleos con la reforma energética.
Lo anterior sucedió el viernes 13 de diciembre por medio de una declaración del secretario del trabajo Alfonso Navarrete.
De acuerdo con una nota de Notimex, Navarrete hizo declaraciones sobre el sindicato de Pemex y de cómo se tendría que adaptar a la privatización del sector energético.
Pero entre esas declaraciones dijo algo que reveló la realidad de la reforma energética. Cito textual de la nota de Notimex:
En materia de empleo, (Navarrete) opinó que deberá verse si con la sola percepción de certeza y reglas claras que traerá la reforma (energética) se podrá incentivar este rubro, pero adelantó que el estimado del Gobierno es que en seis años podría haber 2 millones de nuevos empleos.
Noten lo que dijo Navarrete: deberá verse si la reforma por si misma podrá generar empleo, pero que el gobierno CREE que se crearán 2 millones de nuevos empleos.
Para empezar, los nuevos empleos se crearían, según el propio gobierno federal priista, hasta 2025. Para este sexenio sólo se crearía medio millón según cifras de Pemex.
Ya lo dijimos antes: eso equivale a 100 mil empleos al año y ni de chiste se acerca a los 2 millones de empleos anuales que requiere el país para atender el crecimiento de la fuerza laboral.
Pero ahora Alfonso Navarrete está admitiendo que ni 100 mil pueden garantizar. Que "habrá que ver" si sólo con la reforma se pueden crear empleos.
Esa película ya la vimos. Fue lo mismo que pasó con la reforma laboral. Prometieron que se crearían un montón de empleos y no se ha creado ni uno. A cambio, los los trabajadores mexicanos perdieron derechos y ya no les pagarán más de 2 años de sueldos caídos.
Y lo mismo pasará con la reforma energética si el PRIAN se sale con la suya. No se crearán empleos, los que se pudieran llegar a crear serían mal pagados, y el país de pilón perderá el 40% de su ingreso al privatizarse el sector energético.
Con el agravante, además, de que subirá la gasolina, el gas y la luz.
Se puede evitar, ya sea votando contra la reforma energética en consulta popular en 2015, o votando por la izquierda en 2018 para que, desde la presidencia, se expropie por segunda vez la industria petrolera. Sólo así se podrá salvar México de la catástrofe que le espera con la privatización del petróleo.
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