De acuerdo con El Universal, esto de debe a que el juez que llevaba el caso tenía casi 32 horas para revisar las pruebas que presentó la defensa de Gordillo y de todos modos las rechazó alegando que no tenía tiempo para revisarlas.
La ley establece un periodo de 48 horas para que el inculpado presente pruebas. La defensa de Gordillo las presentó 13 horas después de la audiencia preparatoria, por lo cual aún quedaban 31:50 horas para que el juez revisara las pruebas, pero aún así se negó a aceptarlas alegando falta de tiempo.
Por lo tanto, un tribunal unitario revocó la formal prisión y ordenó al juez recibir las pruebas, revisarlas y determinar si las acepta o las rechaza.
Las pruebas de la defensa de Gordillo consisten en la afirmación de que, por ley, para que se pueda hacer una acusación de fraude fiscal primero se requiere de una auditoría al acusado, pero nunca se le practicó una a Gordillo.
Ésto ha dado pie a la sospecha de que la acusación de hizo al vapor ante lo mal hecho del caso contra Gordillo, el cual, a su vez, se hizo con prisa para poder dar un quinazo contra la ex líder del
SNTE, por lo cual se necesitaba de una segunda acusación en caso de que la primera fallara.
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