Los hechos:
1. Un maestro de la UNAM acosa sexualmente y agrede a una alumna de preparatoria de la UNAM. Lo graban, lo exhiben. La UNAM no hace nada.
2. La víctima pone una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos debido a que la UNAM no la apoyó ante el caso de abuso. La CNDH emite una recomendación señalando a la UNAM por no haber actuado.
3. La UNAM alega que sí apoyó a la alumna y acusa a la CNDH de hacer acusaciones dolosas debido a que, dice, le proporcionó ayuda legal a la víctima.
4. La víctima revela que no es verdad que la UNAM le haya proporcionado ayuda legal. Fue un compañero de clase quien le ayudó a conseguir un abogado.
5. La UNAM -de acuerdo con una nota publicada ayer en Reforma- responde con una enorme estupidez: Que no hay impunidad en el caso de acoso debido a que "la Universidad no es Ministerio Público." Y le agrega:
"Ahora se pretendería que las instituciones de educación superior se erigieran en persecutoras de los delitos, que sea responsable de perseguir toda conducta denunciada y atribuírselo a la Universidad."
Estimada UNAM:
¡NO PINCHE MAMEN!
La UNAM debió haber dado parte a las autoridades de inmediato para que ARRESTARAN al maestro en cuestión y no simplemente despedirlo, permitiendo de esa manera que pudiera darse a la fuga.
¿SON PENDEJOS O NOMÁS SE HACEN?
No hay excusa para la UNAM. Es la universidad la que debió haber actuado de inmediato para detener la violencia que ocurrió DENTRO de la institución. ¿No tienen para eso un cuerpo de seguridad interna?
Lo peor es que el caso de este maestro no es el único caso de maestros de la UNAM con comportamiento de acoso. Otro de sus maestros, Alfredo Jalife-Rahme, ha sido acusado por TRES tuiteras distintas de haberlas agredido verbalmente; de haberlas atacado con misogina; y en un caso, de haber incurrido en difamación y acoso.
¿Se va a lavar las manos la UNAM por eso? ¿Está atacando a la CNDH para no tener que actuar y meter a raya a maestros como Jalife?
Le recuerdo a la UNAM: para operar recibe fondos públicos federales. Siendo el caso, debe rendir cuentas ante la CNDH, no ponerse como gato boca arriba y tratar de justificar su negligencia.
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