De concretarse la negociación entre el PRI y el PAN para otorgar licencias de extracción de petróleo a trasnacionales, como pide el PAN a cambio de aprobar la reforma enegergética, México perdería la rectoría del petróleo.
La agencia de noticias Bloomberg y el Wall Street Journal publican el día de hoy que fuentes cercanas a la negociación entre el PRI y el PAN acordaron modificar la ley para que empresas privadas no sólo se lleven un porcentaje de la renta petrolera, sino todo el petróleo mexicano para venderlo por su cuenta, dándole a México sólo una regalía.
¿Qué tan grande sería la regalía? No lo dicen los medios norteamericanos. Pero de ser un esquema similar al que se usa en la minería en México, sería no más de 7.5% del precio estimado.
Esto significaría que México perdería la rectoría del petróleo -el cual pasaría a manos extranjeras desde el momento de su extracción- y las ganancias que se derivan del mismo.
Ahora bien; el pretexto de Enrique Peña Nieto para privatizar Pemex era aumentar la producción de petróleo explotando yacimientos en aguas profundas. Pero al otorgar licencias a privados, el petróleo que se extraiga en aguas profundas dejará de ser parte de la producción de Pemex, con lo cual México seguiría igual que como estaba antes.
Pero sin las ganancias del petróleo.
¿Quién paga por esa pérdida? El contribuyente, desde luego, ya que eso significaría que serían permanentes los aumentos de impuestos con los cuales pretende el PRI tapar el boquete fiscal que causado por la privatización de Pemex.
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